SEVILLA 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El técnico del Sevilla, Míchel, ha asegurado que conseguir la "tercera victoria consecutiva" en el partido del próximo lunes ante el Mallorca de Joaquín Caparrós en el Sánchez Pizjuán sería un paso decisivo de cara a los objetivos de esta temporada.
"Tres victorias este año es algo que no se ha conseguido. Se convertiría en una situación decisiva para afrontar lo que nos queda hasta el final. No podemos mirar hacia otro lado. Tenemos una distancia considerable con esos puestos pero con ciertas opciones buenas y todo eso pasa por nosotros, no por los rivales. Tenemos que hacer lo que sabemos hacer. No hay otra explicación para que el equipo no salga con otra motivación con la que ha salido en los últimos partidos. No hemos cambiado nada en los entrenamientos", aseguró.
Míchel no tuvo problemas para reconocer su admiración por Joaquín Caparrós, técnico del Mallorca y ex entrenador sevillista. "Para mí, Caparrós es una referencia en este país como entrenador, y no hablemos en este club. Sin embargo, aunque quieran mucho a Caparrós, la gente querrá que triunfe más su entrenador, que soy yo. Los protagonistas no somos los entrenadores. Eso sólo cuando hay que echar la culpa. Cuando llega el partido, tenemos mucho menos trabajo, sí decisión. Está bien periodísticamente lo de 'duelo de banquillos', pero son once contra once", afirmó.
Otro nombre propio fue el de Frederic Kanouté, con el que Míchel asegura que no tiene ningún tipo de problema. "Cuando no juegan algunos componentes hablamos de castigo. No es nada de eso. Freddy tiene tanta categoría que asume el papel que tiene que jugar en cada momento. No es eso lo que le da nota, sino su comportamiento directo. Con él es imposible tener un problema. Yo, desde luego, sí me tomaría un café con él", espetó.
SIN PEROTTI NI SPAHIC.
En referencia a los jugadores tocados, el técnico confirmó que esta semana no llegarán ni Spahic ni Perotti. "Emir -Spahic- quiere participar pero es mejor que no fuerce para no lesionarse. Con Diego -Perotti- soy optimista para la semana que viene. Está en una fase como de rehabilitación. Estaba bien pero con molestias y no queremos que recaiga porque también le afectaría mentalmente", declaró el preparador del conjunto andaluz.
Míchel resaltó varias características que hacer del conjunto bermellón un rival peligroso. "El Mallorca es un equipo durísimo. Sabe sufrir, ya que además los problemas extradeportivos han unido mucho a la plantilla. El entrenador sabe sacarles partido y no se suelen equivocar mucho. Rinden al máximo nivel de concentración. No es un rival que se pueda domar fácilmente, desde luego", manifestó.
Por último, volvió a hablar de su continuidad para la temporada que viene. "Los jugadores me dan síntomas de que van a hacer bien las cosas y obligarán al presidente a cumplir la cláusula que pone en mi contrato. Dije el martes pasado que lo que más me gustó fue ver la confirmación de que el equipo estaba contento y decidido a ir a por la meta que teníamos de estar en Europa y lo más alto posible. Saben que está en su mano el conseguirlo. Saben lo que tienen que hacer y cuando lo hacen logran buenos resultados", finalizó.