MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Juan Ramón López Caro se despidió hoy del Real Madrid, con palabras de agradecimiento por la confianza, perdón por quizá no haber estado "a la altura" de las circunstancias y buenos deseos, casi al mismo tiempo que el Racing de Santander confirmaba su contratación como nuevo entrenador para la próxima temporada.
López Caro reconoció irse "con gran dolor" después de cinco años en la entidad blanca y quiso despedirse con tres palabras: "Agradecimiento, perdón y deseo". "Agradecimiento por el comportamiento que he sentido por parte del club. Tanto a las personas que me trajeron, Valdano, Butragueño, Ramón Martínez y Paco de Gracia, como a la Junta y al presidente por la confianza que me han dado para trabajar con tranquilidad, así como al todo el personal y los jugadores", dijo.
"Perdón a la gente que confió en mí y quizá no haya estado a la altura de las circunstancias y a los que haya podido hacer daño y el deseo es a la Junta para que pronto pueda estar trabajando el nuevo presidente para que consiga lo mejor para la afición, que siempre me trató con cariño y que es la mejor del mundo y se merece los mayores éxitos posibles", expresó.
El lebrijano, que durante la rueda de prensa no quiso confirmar aún a su marcha al Racing, sí cree que en el club cántabro "el grado de exigencia será mayor", sobre todo porque es un club "más humilde y uno de los de menor presupuesto".
Reconoce que en el futuro le "gustaría" poder volver al Madrid, y no quiere "borrar nada" de lo sucedido, porque sólo piensa "en lo bueno". "En este tiempo he intentado dar todo lo humanamente posible, pero es cierto que el Real Madrid necesita lo máximo y no hemos dado en nivel", reconoció el técnico que sabe que en el Madrid "ser segundo no es una satisfacción".
De todas formas, sigue pensando que gran parte de su 'fracaso' estuvo en lo sucedido las eliminaciones ante Zaragoza y Arsenal.
"Aunque en la 'Champions' nos eliminó el campeón y en la Liga sólo nos superó el mejor, no sólo de España sino de Europa, y también es cierto que tanto en Europa, como ante el Zaragoza, en la Copa, nos quedamos a un gol, así que yo quiero quedarme con los partidos de vuelta", destacó.
"A toro pasado todos cometemos errores, habré tenido tropiezos, porque la perfección no existe, pero aunque uno se echa toda la responsabilidad también es de los jugadores", añadió.
El técnico, considerando que "el techo de cada persona son sus valores", se siente "satisfecho" con lo que ha hecho en el Real Madrid, aunque cree que la "nota" se la deben poner otros y piensa que "será un suspenso" porque lo que ha "venido viendo y escuchando en los medios".
Así, reconoció que siente "muchísimo marcharse", pero no quiso dar consejos al futuro entrenador blanco --"porque yo mismo necesito consejos para mi caminar"-- y eludió valorar las necesidades del equipo de cara a la próxima campaña: "El que venga que analice y sepa el objetivo, que es ser el mejor, y no siempre es fácil".
Confía en poder haber dirigido al Real Madrid la próxima temporada: "Todo el mundo tiene siempre la sensación de que puede ocupar cargos más importantes, lo único que deseo es que el que venga haga más grande al Real Madrid porque la afición de lo merece".
Y espera contar con capacidad para poder dirigir a 'un grande'.
"Tengo esa ilusión, pero una cosa es la teoría y otra la realidad. Me siento muy satisfecho de mi etapa", dijo recociendo que "hubiera tenido otra línea de trabajo" con un proyecto propio.
Por otra parte, no quiso contestar a las palabras de Florentino Pérez, que aseguraba que el problema del equipo es la falta de hambre. "Yo respeto las opiniones de todo el mundo y si ha hecho eso pues está dicho", expresó, al tiempo que eludió hablar sobre Raúl, considerando que es "responsabilidad del seleccionador".
Respecto a las elecciones, cree que "los socios son inteligentes y la decisión que tomen será la mejor" al tiempo que sobre su comparación con Vicente del Bosque, que podría regresar al club, destacó que tiene "unas condiciones espectaculares", pero que "igual que no hay dos gotas iguales, cada uno tiene su sello".
BUTRAGUEÑO
Por su parte, el vicepresidente Emilio Butragueño, que acompañó a López Caro en su despedida, defendió el trabajo del técnico: "Ha trabajado en circunstancias muy difíciles y creo que ha salido muy bien. Esta experiencia fantástica le va a servir para el futuro".
El directivo reconoció tener una sensación de mezcla de "tristeza", por la marcha del técnico, que "ha demostrado ser un enorme profesional y ha sido un honor y un orgullo poder contar con él" y "alegría", porque "comienza una etapa estimulante".
Así, además de "desearle la mejor de las suertes", señaló que la proclamación de las elecciones había imposibilitado que al técnico se le llegara a ofrecer la opción de continuar. "Queríamos que la nueva Junta tuviera libertad para elegir y viendo las opciones de lo que decía la gente había que ser prudentes. El no puede esperar y las circunstancias no nos han ayudado", lamentó.
