Olazabal y García representarán a España en el equipo europeo
KILDARE (IRLANDA), 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El equipo europeo de la Ryder Cup afrontará desde mañana la defensa de sus dos últimos títulos ante Estados Unidos, que acude con doce jugadores liderados por Tiger Woods para evitar que sus rivales hagan historia en el K Club de Kildare (Irlanda).
Y es que el Viejo Continente podría lograr en 'casa' el hito de encadenar su tercer triunfo consecutivo en una de las citas más prestigiosas del golf mundial, algo que nunca han permitido los estadounidenses, cuya última victoria data de 1999.
En aquella fecha, los hombres de Ben Crenshaw se impusieron por un ajustado 14,5-13,5. Desde entonces, Europa ha dominado e incluso se permitió el lujo hace dos años de 'asaltar' feudo norteamericano (Oakland Hills) con un resultado increíble (18,5-9,5) y ahora quiere su tercer entorchado.
El equipo de Ian Woosnam parte con cierto halo de favoritismo, no sólo por el acicate moral que da jugar en suelo europeo, sino porque parece más 'experto' frente a un rival, que estrenará a cuatro debutantes por los dos que pondrá en liza el galés y que acude con nombres no tan conocidos mundialmente.
Así, los suecos Henrik Stenson y Robert Karlsson, tercero y quinto de la Orden de Mérito 2006, se unen a un experimentado grupo de jugadores, mientras que en Estados Unidos estarán Brett Wetterich, J.J Henry, Vaughn Taylor y Zach Johnson, todos ellos con el mérito de habérselo ganado a pulso.
Tom Lehman, capitán estadounidense, eligió como designaciones personales a Stewart Cink y Scott Verplank, dejando fuera a otros de más renombre como Davis Love III, que no faltaba desde 1993, o a un Shaun Micheel en alza, como demostró dejando fuera en la primera ronda del Mundial Match-Play al propio Tiger Woods.
OLAZABAL REGRESA.
Europa tendrá las importantes bazas del escocés Colin Montgomerie, señalado clave por los rivales y que hará su octava participación en busca del récord de puntos en poder de Nick Faldo, y el regreso de José María Olazabal.
El de Fuenterrabia siempre ha rendido a muy buen nivel en la Ryder y volverá a competir en esta cita tras dos años de ausencia. Junto a él, el protagonismo español lo reforzará Sergio García, otro valor en esta competición y que este año ha crecido en su juego.
Woosnam ha probado a los dos juntos en busca de la química que compartían el propio doble ganador del Masters y Severiano Ballesteros, pero el galés no ha dejado de hacer probaturas en los días previos y casi todo es una incógnita.
Junto a ellos, además de los mencionados suecos y de 'Monty', estarán tres irlandeses, que juegan en 'casa', como Paul McGinley, Padraig Harrington y Darren Clarke, los ingleses Luke Donald y Paul Casey, éste reforzado tras su victoria en el Mundial de Match-Play que le ha dado el primer puesto en la clasificación del circuito europeo.
Enfrente, Tiger Woods lidera un grupo de jugadores con menos experiencia que los europeos. Como dato, Montgomerie, Olazabal y Westwood acumulan tantos partidos de Ryder como todo el equipo estadounidense.
La amenaza debería ser el número uno mundial. Su derrota de la pasada semana ante Micheel evitó que aspirase a encadenar seis torneos consecutivos con victoria y se plantará en el K Club tras vencer en el Abierto Británico, Buick, Campeonato PGA, Bridgestone y Deutsche Bank.
De todos modos, el californiano no tiene un idilio especial con la Ryder. En sus cuatro anteriores participaciones no ha sido clave y ha perdido 11 de sus 18 partidos.
Con el 'Tigre', estará como pieza clave Phil Mickelson, el más 'veterano' en esta competición, aunque tampoco es un seguro de vida. Además, habrá que tener en cuenta a Jim Furyk, Chris Di Marco y David Toms.
Sin embargo, un nuevo protagonista puede acaparar toda la atención: La climatología, sobre todo el fuerte viento, puede condicionar todo el juego que desarrollen los contendientes en el K Club, un campo que parece gustar a todos y donde lo esencial es coger bien la calle.
El formato de la Ryder Cup será el habitual. Así, el viernes, las parejas elegidas jugarán los 'fourballs' (una bola y la mejor de cada uno es la que cuenta), que abrirán la contienda, seguidos de la tanda de 'foursomes' (cada jugador golpea una vez). El sábado se repetirá y para el domingo quedarán los decisivos individuales. Todo ello, en la modalidad de match-play (hoyo ganado) y con el honor, como único premio de relevancia.
