MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Carlos Sainz (Volkswagen) se mostró crítico con la organización del Rally Dakar asegurando que había programado una carrera excesivamente dura para paliar el cambio de escenario al disputarse ahora en Argentina y Chile.
"Los organizadores tenían un problema. Argentina y Chile son dos países aptos para organizar esta prueba y ha sido espectacular, pero han querido que nadie eche de menos África y se les ha ido de las manos. Ha habido muchos abandonos, accidentes, han tenido que recortar etapas. Ha sido un rally muy duro por miedo a que la gente se quejara de lo contrario", aseguró al llegar al aeropuerto de Madrid-Barajas.
El madrileño no dudó en reconocer estar "decepcionado". "He tenido la victoria al alcance, con 27 minutos de ventaja, hubiera sido una victoria sencilla, pero en el Dakar hasta que no acaba, no puedes contar con la victoria", explicó.
El veterano piloto recordó que sus compatriotas Roma y Coma ya habían vivido esta situación. "En España esta decepción ya la conocemos, les ocurrió a 'Nani' Roma y a Marc Coma, otro error del 'roadbook' le costó la victoria y me ha pasado a mí y hubiera podido ser un accidente grave, pero afortundamente no ha sido así", apuntó.
Sainz siguió insistiendo en lo "duro" que es asumir un abandono como el suyo, a tres etapas del final. "La vida te enseña que unas veces se gana y otras se pierde. Cuando te pasa esto te da más rabia porque está fuera de tu capacidad de actuación, he hecho lo que he podido para ganar, y abandonar al ser primero, da mucha rabia", comentó.
De todos modos, asegura estar "orgulloso" de su papel en su tercera participación en el mítico 'raid'. "No me puedo achacar nada. Luché para estar en cabeza y para ganar, pero un error de 'roadbook' me dejó fuera de la carrera", explicó.
"ESTAMOS EN MANOS DEL LIBRO DE RUTA".
El bicampeón del mundo de rallys considera que el libro de ruta llevaba tres días sin estar "al nivel" requerido. "No estaban señalizados correctamente algunos cruces y peligros. Esto ya ha pasado en otras ocasiones, no en mí, pero sí en otros pilotos como Coma. Creo que ha sido la asignatura pendiente de la organización, estamos en manos del libro de ruta, que debe hacerse con más escrúpulo, debe ser más preciso", apostilló.
Por otra parte, aseguró que su copiloto, el francés Michel Perin "está bien" aunque "inmovilizado" por tener "el omóplato roto". "En cuatro o cinco semanas estará bien. Podía haber sido un accidente peor. Lo siento por él, pero estoy contento de que sólo le haya pasado eso. El Touareg aguantó bien el impacto y hubiéramos seguido, si no le hubiera dolido", aseguró.
Sainz aseguró que pasó "miedo" mientras se despeñaba por el barranco. "Era una trampa de verdad. En la caída pasas miedo, estás sorprendido porque se ha acabado la carretera. Vas sentado y parecía absolutamente plano porque era un cauce de río no muy ancho", explicó.
Por otra parte, no quiso confirmar si participará en la próxima edición. "No sé si Volkswagen va a correr ni si estaré ahí en 2010. Es una incógnita. Yo ahora quiero descansar, recuperar fuerzas y superar unas pequeñas molestias que tengo", comentó.
Pero sí tiene claro que al Dakar va "a ganar" y debe contar con un equipo como el alemán, que espera que se lleva el triunfo al que optan Giniel de Villiers y Mark Miller. "Llevo dos años con ellos con la ilusión de ser el primer equipo con motorización diésel que gana. Ése es el objetivo de todo el equipo y espero que se cumpla porque hemos trabajado muy duro para conseguirlo", concluyó.
