JJ.00/Londres.- Wenlock y Mandeville, las mascotas que nacieron de la última gota de esfuerzo

Wenlock y Mandeville, con Sebastian Coe
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Actualizado: lunes, 23 julio 2012 18:38

MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las mascotas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012, Wenlock y Mandeville, rinden homenaje a dos de las localidades británicas con más trascendencia para el olimpismo y dan el relevo a los cinco Fuwa que extendieron el mensaje de paz hace cuatro años en Pekín.

Diseñadas por la empresa Iris, cuyo responsable fue Michael Morpurgo, nacieron a partir de las gotas de acero sobrantes de la última viga que necesitó el estadio olímpico. Un hecho simbólico que gustó al Comité Olímpico Internacional y que sirve para recordar que su surgimiento fue fruto del esfuerzo.

De apariencia alienígena, Wenlock y Mandeville se caracterizan por tener un único ojo. La primera de ellas tiene cinco pulseras en la muñeca izquierda, representativas de la amistad, además de tres puntos en la cabeza, identificativos del podio.

Por su parte, Mandeville usa un cronómetro de color rosa en el que se puede leer un tiempo de 0:20:12, coincidiendo con la fecha del año de los Juegos. Su cabeza, que se asemeja a un casco con tres puntas, en colores azul, rojo y verde, representa el símbolo Paralímpico.

DE WALDI A LOS NIÑOS DE LA SUERTE, PASANDO POR COBI.

Wenlock y Mandeville serán las sucesoras de las cinco mascotas, hasta ahora el mayor número en una cita olímpica, que tuvieron los anteriores Juegos, los de Pekín 2008 y que siguieron en la lista a una larga nómina de símbolos elegidos por los países que acogen los Juegos, desde que en Munich (1972) se decidiera asignar una mascota a los Juegos Olímpicos de verano -en los de invierno el primer antecedente data de 1968-.

Así, desde Waldi, el perro alemán que supuso el primer antecedente de mascotas en una cita olímpica, los dos alienígenas de Londres serán las undécimas mascotas de la historia de los Juegos de la historia moderna, sucediendo a Athena y Phevos, las mascotas de Atenas, y completando una lista en la que el perro humanizado Cobi, mascota de los Juegos de Barcelona (1992), pone el tono español.