El entrenador de Albert Ramos asegura que el barcelonés "siente una necesidad diaria de ser mejor tenista"

José María Díaz entrena con Albert Ramos
PRENSA ALBERT RAMOS
Actualizado: miércoles, 27 diciembre 2017 17:54

MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

José María Díaz, entrenador del español Albert Ramos, cree que el catalán, con el que lleva desde los 18 años, "siempre tiene una necesidad diaria de ser mejor tenis", y tiene claro que "nada le sorprendería" de su pupilo en este 2018 si se mantiene físicamente a su mejor nivel.

"Independientemente de los partidos que gane, siempre tiene una necesidad diaria de ser mejor tenista. Todavía no le llega el momento de conformarse y esto es lo que me entusiasma. Da igual el número que esté, quiere mejorar cosas como si tuviera 15 ó 16 años, no le afecta el cansancio de los años. No quiere ser un número si no cada día mejor", expresa Díaz en declaraciones facilitadas por el departamento de prensa del 23 del mundo.

Después de una temporada positiva, el barcelonés se prepara ya para afrontar el 2018, que comenzará en Doha (Catar) y para la que el "mayor objetivo" de su técnico es la "intentar ser capaces de trabajar mucho sobre los aspectos de la prevención de lesiones y que esté en óptimas condiciones físicas". "Si está físicamente como ahora, no marco objetivos numéricos, pero nada de lo que pudiese pasar me sorprendería. Está a muy buen nivel", advierte.

"No nos relajamos, estamos exactamente igual que cuando lo conocí. Tengo la misma ilusión en que consiga sus sueños, los nuestros, los del equipo. Los mismos nervios, responsabilidad o cosquilleos en la tripa que al principio. No importa que sea el 23 o el 60, no es un tema de números, es mucho más que eso. Supongo que él también lo percibe y ha hecho que esto dure tanto. Prioriza la ilusión y el respeto mutuo", añade Díaz sobre su larga relación con Ramos.

Cuando le conoció de niño en la Escuela de Tenis de Mataró (Barcelona), el extenista sintió que "era un chico especial no sólo porque ganaba y competía muy bien, sino porque veía en él cosas diferentes a otros niños". "Si perdía se enfadaba mucho y esto le hacía trabajar más; si alguien era mejor que él, se preocupaba de mejorar para poder ganarles", recuerda.

Y es que el tenista catalán es "un trabajador incansable que siempre trata de mejorar cualquier deficiencia posible respecto a los mejores, buscando soluciones hasta dar con la tecla", aunque con 18 años se plantease dejarlo. "En aquel momento no trabajábamos juntos, pero tuvimos una importante conversación. Él había parado durante unas semanas en verano y llegó a plantearse dejar de jugar porque veía que donde soñaba y aspiraba estar en el futuro no llegaba", confiesa.

"La clave ha sido su fidelidad. En el momento en el que yo no tenía la experiencia en determinadas situaciones, no le ha importando y hemos sabido buscar las soluciones juntos", subraya sobre su 'extraña' extensa colaboración en un mundo como el tenis. "Lo que nos distingue es saber diferenciar el aspecto personal del profesional", sentencia Díaz.