PARIS, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La pista central de Roland Garros, la Philippe Chatrier, acogerá mañana, a partir de las 15:00 horas, el partido más esperado en décadas, el que mida a Rafael Nadal y Roger Federer, un choque que independientemente del resultado ya forma parte de la historia del tenis y en donde el suizo tiene la oportunidad de ser el sexto jugador que logra la victoria en los cuatro 'Grand Slams'.
Llega la hora H, el día D. Una final que todos los pronósticos aventuraban antes del inicio del torneo y que los aficionados anhelaban. Tan sólo los propios interesados, Federer y Nadal, habían sido cautos, aventuraban por delante muchas 'batallas' antes de la misma, después de su victoria ayer ante Ljubicic el español apostilló "la final ya es una realidad", la madre de todas las batallas ya está preparada.
El choque de mañana pondrá en liza algo más que una victoria entre dos tenistas llamados a marcar época. La precisión suiza ante la garra española. Federer busca un lugar en el olimpo tenístico. La victoria en Roland Garros le convertiría en el sexto tenista en la historia que consigue los cuatro 'Grand Slams' y abriría una opción de ser el tercero en hacerlo en un mismo año después de Rod Laver y Donald Budge.
Pocos son los que discuten que Federer se encuentra entre los mejores tenistas de la historia. A sus 24 años suma siete 'Grand Slams' tres de ellos de forma consecutiva. Aunque al suizo, aún se le resiste la cita de Roland Garros donde en esta edición alcanza por primera vez en su carrera la final.
Federer idolatró en su niñez a tenistas como Becker o Sampras, pero contempló que los logros de estos siempre estaban salpicados por el borrón de no haber conseguido nunca reinar en París. Es por ello por lo que el suizo, tenista al que pocos retos se le resisten, marcó desde entonces en rojo la cita de Roland Garros. Su trabajo ha sido arduo en la tierra para alcanzar las finales en Montecarlo y Roma, donde dispuso de dos bolas de torneo, y por primera vez en París.
NADAL, EL 'REY' DE LA TIERRA BATIDA Y 'BESTIA NEGRA' DE FEDERER.
Aunque en la capital francesa le resta su reválida más complicada, la prueba del algodón, se mide a su 'bestia negra' particular, Rafael Nadal, el 'rey' de la tierra batida donde confía en elevar su racha hasta las 60 victorias de forma consecutiva. El manacorí es ya un mito como en su día lo fueron Indurain, Mohamed Alí o Eddy Merckx.
Su raqueta, cuál Tizona en manos de El Cid, parece imbatible sobre el ocre elemento. Mil han sido las zancadillas que ha tenido que superar en este Roland Garros, muchas de ellas promovidas desde la envidia de sus rivales, impotentes cada vez que se cruzan en su camino. Acusaciones infundadas e injustas de dopaje, 'encerrona' ante Paul Henri Mathieu, o una nueva batalla que tuvo que dirimir frente a Lleyton Hewitt.
La última, la conspiración del tenis anglosajón a favor de una victoria mañana de Federer. Ljubicic con sus quejas ayer, en las que aseguraba que los árbitros consienten en exceso al español, fue el último exponente.
Aunque Nadal, 'Gerónimo', el último mohicano de la 'Armada', que desde el 99 y salvo las excepciones de 99 y 2004 siempre ha contado con un representante en las finales individuales, no se inmuta. Aguarda con impaciencia el choque ante Federer, frente al que el manacorí siempre muestra una motivación extra.
Nadal no se amilana ante los números del suizo. No le asustan las 27 victorias consecutivas que lleva en torneos de 'Grand Slam'. El es su 'bestia negra' ha conseguido ganar en cinco de las seis ocasiones en las que se ha medido. Su condición de zurdo le da una ventaja que Federer, a pesar de contratar a Tony Roche como técnico, no ha sabido contrarrestar.
Es el manacorí el único tenista de los que figuran dentro del 'top ten' que presenta un balance positivo en sus enfrentamientos ante Federer. Responsable de cinco de las trece derrotas encajadas por el suizo desde que alcanzó el número uno del mundo en febrero de 2004. La única victoria del suizo en sus enfrentamientos ante el español fue el año pasado en la final del torneo de Miami y después de remontar dos sets en contra.
Fue la única ocasión en la que Nadal no consiguió levantar el trofeo de las 16 últimas finales que ha disputado y la última ocasión que cayó ante un tenista situado entre los diez primeros en el ranking mundial. Ahora el manacorí tiene la oportunidad de revalidar el título en París, el último tenista que lo logró fue Gustavo Kuerten en 2001, y de paso igualar a Sergi Bruguera y Manolo Santana con dos Copas de los Mosqueteros en su palmarés.
Todo preparado para el encuentro entre Federer y Nadal. Será la primera ocasión que Roland Garros contemple una final entre los dos primeros favoritos desde el duelo entre Ivan Lendl y John McEnroe en 1984, el último partido del siglo hasta la fecha, en aquella ocasión se impuso el checo que como Nadal en esta edición también partía como segundo cabeza de serie.
