BARCELONA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) - El tenista asturiano Galo Blanco, de 29 años, anunció hoy en Barcelona su retirada como jugador profesional, una vez concluida su participación en la 54 edición del Trofeo Conde de Godó, en el que ayer fue eliminado por el argentino Guillermo Coria.
El Godó de este año, elegido también para su despedida por otro ilustre del tenis español, el catalán Albert Costa, dice adiós a Galo Blanco, ganador de un torneo ATP (San Marino en 1999) en su carrera desde su debut profesional en 1995.
En su historial, figuran también en lugar destacado su victoria ante el estadounidense Pete Sampras en la segunda ronda de Roland Garros en 2002, así como su presencia en cuartos de final de Roland Garros en 1997 y su final en Acapulco en 2001.
Su mejor puesto en el circuito de la ATP fue el 40º que ocupó en mayo de 1998. Natural de Oviedo y criado en Barcelona, Galo Blanco se despidió en la sala de prensa del torneo en el Real Club de Tenis Barcelona acompañado de su mujer y su hija, nacida este año.
"Es una semana de despedidas y esta vez me toca a mí. Ha llegado el momento de decir adiós debido a muchas cosas, de mentalidad, de lesiones y de otras cosas que quizá no estoy preparado para sacrificar si no voy a estar al nivel que me gustaría", explicó.
"QUEMADO" POR LOS VIAJES Y CON GANAS DE ESTAR CON LA FAMILIA.
Galo Blanco se retira, principalmente, por una cuestión familiar. Padre por primera vez hace unos meses, comentó que, aunque todavía es joven, está "un poco quemado de esta vida de tantos viajes y tensiones", y que desea estar "más relajado con mi familia".
En su despedida ante la prensa, recordó que abandonó Oviedo para marcharse a Barcelona a los 13 años y que lleva mucho tiempo "lejos de la familia", debido al calendario de torneos, y que ultimamente tampoco le acompañaban los resultados.
Galo se va "con buenos recuerdos", como su presencia en cuartos de final de Roland Garros a los 20 años, "aunque con la duda de si quizá podía haber estado más arriba". "Pero también pienso que nunca habría imaginado llegar hasta donde he llegado", subrayó.
Durante la comparecencia, tuvo palabras de agradecimiento para su padre, "la primera persona que me puso una raqueta en la mano", así como a los entrenadores que tuvo en la Federación Catalana, y avanzó que le gustaría dedicarse a entrenar a jóvenes tenistas.
"Me gustaría enseñar lo que quizá yo no he sabido a hacer dentro de la pista, aunque quiero aportar toda mi experiencia", explicó, un día después de jugar su último partido como profesional, ante el argentino Coria, que considera fue "un final muy emotivo".
Galo Blanco se llevó la primera manga, aunque cedió las dos siguientes. Una de las escenas que dejó fue un punto largo, que acabó con el español en el suelo al tratar de alcanzar una bola, "acalambrado", porque, como dijo, "el cuerpo no me da para más".
