MIAMI 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El tenista alicantino David Ferrer reconoció que el partido que le enfrentó la pasada madrugada ante Olivier Rochus, en los octavos de final del Masters Series de Miami, fue el "más igualado" que disputó en su vida y que la victoria le sonrió porque supo "aprovechar las opciones" que tuvo.
El tenista de Jávea se impuso por 6-7 (5), 7-6 (2) y 7-5 después de tres horas y 17 minutos de encuentro ante una de sus 'bestias negras' en la presente temporada el belga Olivier Rochus que le había derrotado en Auckland y Rotterdam.
"Es un tenista muy peligroso que exhibe un gran nivel y que se alcanzara una mayor regularidad podría estar entre los 15 o 20 mejores del mundo", apuntaba el de Jávea que señalaba que había estado "más consistente y concentrado en los puntos importantes" lo que le había conducido al triunfo.
Ferrer, que reconocía que al final del encuentro estaba "muy cansado aunque sin calambres" como había sucedido en su choque frente a Grosjean, apuntó que al tener su primera bola de partido, en el duodécimo juego del tercer set, "sabía que tenía que aprovecharla porque por matices como este se deciden este tipo de partidos".
Ferrer se medirá ahora en cuartos de Miami, donde el año pasado alcanzó las semifinales, al estadounidense Andy Roddick, que en esta edición ya se deshizo de los españoles 'Beto' Martín y Fernando Verdasco, un rival que "saca muy bien y es peligroso".
"Tendré que ofrecer un gran tenis para tener una opción de ganar", apunta el tenista de Javea cuyo partido esta programado para mañana y que el próximo domingo cumple años con lo que asegurar su presencia en la final podría ser su mejor regalo. El alicantino bromea al señalar que si "estoy en la final os invito a cenar a todos".