MELBOURNE 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El tenista español David Ferrer, el primero en conseguir su clasificación para los octavos de final del Open de Australia después de su victoria por un triple 6-3 ante Mario Ancic, se mostró satisfecho aunque no se quiso poner objetivos en el primer 'Grand Slam' de la temporada.
"Estoy muy contento por la victoria. Creo que he jugado muy bien, que estoy en mi mejor momento", afirmó David Ferrer que se encuentra a tan sólo una victoria de igualar los cuartos de final logrados el año pasado en Roland Garros, su mejor resultado en un 'Grand Slam'.
Ferrer, undécimo cabeza de serie, sin embargo reconoce que el fuerte viento que se vivió hoy en Melbourne ayudó a su victoria ante un hombre que tiene en el saque su principal arma y que vio mermado.
"Creo que me ha ayudado un poco que ha hecho mucho viento y Ancic no se ha encontrado a gusto con su servicio. Al hacer tanto viento, apenas me ha podido sacar plano porque la pelota se le movía mucho, pero yo he estado muy atento, he restado muy bien, y estoy feliz por el partido", afirmó el de Jávea que de esta forma iguala el bagaje en sus enfrentamientos con el tenista croata después de dos partidos.
Ferrer, que en Australia cuenta con la oportunidad de entrar a formar parte por primera vez del 'top ten', se medirá en octavos al ambidiestro francés Fabrice Santoro, que hoy derrotó al argentino Gaston Gaudio, pero insiste en que no tiene ningún objetivo.
"No me marco ninguna meta en el torneo ni en mi ranking, sino jugar cada partido y dar lo mejor que tengo. Ante Santoro será duro, porque juega otro tenis, es un mago. Hay que estar muy atento ante él y jugar con mucho ritmo para ganarle", concluyó.