MADRID, 28 jun. (EDIZIONES)
Esta perrita experimentó lo que era el karma cuando las tornas cambiaron y el ciervo que ella empezó a seguir comenzó a perseguirla.
Angie Moses, de Carolina del Norte (EE.UU.), estaba paseando a su perrita Reese, un pastor australiano, por un sendero cuando se encontraron con un ciervo salvaje.
Reese emprendió rápidamente la persecución y corrió tras el ciervo, alejándose de la vista de su dueña.
Sin embargo, al poco tiempo, la perrita aventurera apareció corriendo en dirección contraria, esta vez perseguida por el ciervo.