Actualizado 26/06/2015 12:34

Dejan sus trabajos y venden su casa para viajar por el mundo con su gato

Matt y Jessica Johnson
Foto: FACEBOOK/MJSAILING
        

DESCONECTA, 26 Jun.

Él era gerente de ventas en un concesionario de coches y ella especialista de facturación en una compañía de seguros. Ambos se habían casado, tenían una casa y una vida monótona con la que no se sentían a gusto por lo que decidieron venderlo todo y comprarse un barco con el que recorrer el mundo.

Matt y Jessica Johnson, de 32 años, se han convertido en una fuente de inspiración para muchos y en un ejemplo de ser consecuente con lo que uno quiere hacer en la vida a raíz de que su historia ha corrido como la pólvora por Internet.

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¿Quién en su sano juicio dejaría su exitosa carrera y vendiera todas sus propiedades para vivir en un barco? Matt y Jessica no sólo lo han hecho, sino que están felices por la arriesgada decisión que tomaron.

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"Nuestras vidas eran el típico sueño americano. Ir a la universidad, casarse, comprar una casa, comenzar una carrera. Hasta ahora lo único que nos falta es la parte de tener 2,5 hijos", contó la pareja de Michigan a Daily Mail.

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"Durante mucho tiempo pasábamos los fines de semana frente al televisor sin hacer algo productivo o que nos agradase. Nos dimos cuenta de que eso tenía que cambiar".

Después de una vida de ahorro, la pareja decidió venderlo todo y comprarse un barco. Los primeros años estuvieron aprendiendo cómo manejarlo y tres años después, en 2011, se lanzaron a la aventura.

Hasta la fecha ya conocen 16 países: Bahamas, Jamaica, Cuba, Gran Caimán, Honduras, Guatemala, Perú, Colombia, Belice, México, Las Azores, Madeira (Portugal), Islas Canarias (España), Sint Maarten, Islas Vírgenes Británicas y las Islas Vírgenes.

Desde 2012, en su aventura les acompaña Georgie, una gata adoptada que además de encantarle el barco, se maneja mejor que ellos tanto en cubierta como en el agua.

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"Nos enteramos de que podía nadar cuando saltó por la borda en Gran Caimán, Nado un rato y después subió por las escaleras".

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Además de toda una experiencia, la aventura en la que se ha embarcado esto valientes trotamundos también les ha enriquecido en su relación de pareja. Las discusiones terminan cuando tienen que coordinarse para poner a funcionar el barco de vela y en ese momento no hay cabida para lo negativo.

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En cuanto al coste de la aventura, la pareja aseguró que todavía pueden vivir de sus ahorros. En su bitácora digital mjsailing.com registran con todo lujo de detalle los gastos mensuales en diesel, comida y mantenimiento que van teniendo.

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