MADRID 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Navidad es una temporada que se comparte con amigos y familiares rodeados de comida y bebida, una experiencia que, en muchos hogares españoles, también se vive con mascotas queridas. No es de extrañar que un familiar, o incluso el propio amo, decida compartir una parte de esas cenas o comidas con los perros que se esconden bajo las mesas o que se asoman con la esperanza de recibir comida. Sin embargo, esto no siempre es recomendable, dado que algunos alimentos son especialmente tóxicos para nuestros amigos caninos.
EVITA LOS DULCES, ESPECIALMENTE EL CHOCOLATE
Muchas veces se tiende a premiar a las mascotas con alimentos propios de las personas, lo que puede resultar en problemas muy serios. Como norma general, es recomendable que, a la hora de dar de comer a los perros y gatos, se les alimente estrictamente con una dieta basada en el pienso de calidad. Además, se debe evitar sobrealimentar a los compañeros peludos, a pesar de la tentación de premiarlos con los restos de cenas navideñas o comidas sabrosas.
Algunos dulces, como los chicles, las golosinas o los alimentos de repostería, contienen xilitol como sustituto de azúcar, un ingrediente particularmente peligroso para las mascotas, según la Universidad CEU Cardenal Herrera. Los síntomas de intoxicación por esta sustancia incluyen vómitos e hipoglucemia, una condición que se puede observar a través de indicios como la letargia, la ataxia o los temblores. En los casos más graves, un perro puede presentar deterioro del hígado (fallo hepático), pequeños puntos marrones o morados en la piel (petequias), moratones (equimosis) y hemorragias gástricas.
Asimismo, el chocolate es un dulce especialmente dañino para las mascotas porque contiene teobromina. La ingesta de este dulce puede causar vómitos, diarrea, temblores y complicaciones cardiovasculares, convulsiones, y, en algunos casos, provocar la muerte, por lo que se debe evitar por completo.
OTROS ALIMENTOS QUE NO DEBES DAR A TU AMIGO PELUDO
Aunque el pescado es un ingrediente habitual en la alimentación canina, la presencia de quitina en las cubiertas del marisco hace que se convierta en un grupo alimenticio que se debe evitar a la hora de la comida de tu mascota. Esta recomendación, emitida por la Universidad CEU, es especialmente relevante en el caso de que el perro sea un dálmata, ya que puede predisponerlo a padecer gota.
Posiblemente una de las comidas más comunes a la hora de alimentar a las mascotas, aparte del pienso, son los huesos. Estos son golosinas habituales en las tiendas de mascotas, ya que han sido creados para ser aptos para su consumición, lo que puede llevar a que se asuma erróneamente que también se pueden dar a mascotas los huesos restantes de una comida. No obstante, los huesos cocinados se astillan con facilidad y pueden atascarse en la boca, garganta o aparato digestivo de un animal de compañía, provocando asfixia, perforaciones, diarrea y estreñimiento. Evita darle a las mascotas huesos, sustituyéndolos con snacks adecuados y seguros para ellos.
Las uvas y las pasas están especialmente presentes en postres en esta época del año, pero pueden provocar vómitos, diarrea e insuficiencia renal aguda en perros, incluso en pequeñas dosis. Por ello, se recomienda extremar la precaución con estos ingredientes, presentes en roscones, panettones y en otros alimentos navideños, que pueden resultar en una tentación para los perros.
Por otra parte, el aguacate es otra fruta que se debe evitar dado la presencia de persina, una sustancia dañina tanto para perros como para gatos, y su alto contenido graso, según el Institut Veterinari Dermatològic. Esta combinación puede causar vómitos, diarrea, dolor abdominal, y, en casos severos, pancreatitis.
TEN CUIDADO CON LAS PLANTAS NAVIDEÑAS
A pesar del color y la alegría que puede traer a una habitación flores navideñas como la Flor de Pascua o el acebo, y la gracia de los muérdagos, el Institut Veterinari Dermatològic recomienda colocar estas plantas en lugares elevados donde sean inalcanzables para las mascotas. La ingesta de estas plantas (tanto los frutos como las hojas) puede provocar vómitos, diarrea, y en casos extremos, resultar letal. Por ello, se aconseja que, si resulta imposible colocar estas plantas en lugares fuera del alcance de los perros y gatos, se opte por alternativas artificiales.