Faes ve difícil que el mercado inmobiliario despegue sin la recuperación del resto de la economía

Dice que "no basta con construir más" y que es necesario aumentar el poder adquisitivo de los hogares

Un edificio de viviendas de Madrid
Un edificio de viviendas de Madrid - Eduardo Parra - Europa Press - Archivo
Europa Press Economía Finanzas
Publicado: viernes, 19 junio 2020 13:17

MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

Faes cree que sin la recuperación del resto de la economía y con una demanda extranjera "incierta" ve difícil imaginar que el mercado inmobiliario despegue, según se desprende de un análisis Faes realizado por el director adjunto de estudios de regulación financiera en el Cato Institute, Diego Zuluaga.

Aunque "algunas voces" ha llamado a facilitar el acceso a la compra autóctona de vivienda a través de condiciones más livianas en este "complicado panorama", Faes considera que sería "peligroso" regresar a la situación de 2006 y 2007.

Respecto a la posibilidad de que para fomentar las compras de los jóvenes exista un modelo de financiación mixta en el que el comprador aporte un 5%, que se complementaría hasta el 20% actual gracias a garantías públicas mediante el ICO o entidades autonómicas o municipales, Faes cree que este modelo de financiación expondría al contribuyente a "importantes" pérdidas en caso de una caída generalizada de los precios.

"Asumiendo que, por ejemplo, una vez puesto en marcha, el programa llegara a abarcar un 20% del volumen anual de compraventas de vivienda residencial, alrededor de 100.000, a un precio medio de 150.000 euros, el ICO se responsabilizaría cada año de hasta 2.850 millones de euros en riesgo inmobiliario", ha explicado Faes, que apunta que esto equivale a más de la mitad de la renta total por actividades inmobiliarias en 2019.

Según el autor del artículo, la experiencia de esquemas similares en Reino Unido y Estados Unidos no evidencian que se justifique un volumen tan "ingente" de garantías por el impacto en el acceso a la vivienda.

Así, resalta que en 2013 en Reino Unido se puso en marcha el programa 'Help to Buy', compuesto por préstamos subvencionados, garantías hipotecarias y complementos para el depósito final, y que un estudio a finales de año mostró que, en regiones de oferta limitada y alta demanda como Londres, lejos de hacer la vivienda más asequible, el programa produjo un incremento de los precios del 6%, sin incremento alguno en las promociones de vivienda.

No obstante, Faes señala que "subvencionar la demanda no justifique su coste financiero no quiere decir que las autoridades tengan que resignarse a un mercado inmobiliario deprimido". "Como el propio Banco de España subraya, la mejor manera de asegurar una vivienda asequible es facilitando que la oferta aumente", ha añadido.

Además, ha recordado que España tiene un amplio 'stock' de vivienda y una población que ha crecido débilmente en los últimos años, pero que en regiones como Madrid y Barcelona la oferta nos e ha ajustado a una mayor demanda.

"Ahora que trabajar desde casa se está convirtiendo en la norma de algunos sectores, políticas flexibles para la reconversión de oficinas, como las que propone la Comunidad de Madrid, podrían matar dos pájaros de un tiro: reducir el exceso de oferta comercial tras el vuelco estructural que ha supuesto el coronavirus, al mismo tiempo que se adecua el volumen residencial a la demanda reciente", ha resaltado.

Sin embargo, Faes cree que no basta con construir más y primar la flexibilidad en el uso, sino que, para asegurar el acceso a la vivienda a largo plazo, ve necesario aumentar el poder adquisitivo de los hogares que en los últimos años se ha visto mermado por "la acuciante presión fiscal y el débil crecimiento de los salarios".

En este punto, cree que las soluciones son reducir los impuestos al trabajo, "cuya recaudación, en caso de que sea necesario mantenerla, se obtendría de forma más eficiente a través de impuestos al consumo".

En segundo lugar, ve necesario aumentar la productividad laboral, puesto que cree que solo así subirán los salarios de forma sostenida sin reducir la competitividad de la economía española.

"Aunque el de la productividad es un desafío complejo, los gobernantes podrían empezar por rebajar impuestos al capital, como los de Sociedades, Patrimonio y Plusvalías, ya que desincentivan la inversión en bienes de equipo, fundamentales para permitir a cada trabajador producir más", ha añadido, tras resaltar que lo mejor es incrementar el poder adquisitivo real de los hogares con mayor oferta y salarios disponibles más altos.

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