BARCELONA, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Inspección de Trabajo de Barcelona ha propuesto una sanción de
360.000 euros a la constructora Carbonell Figueres de Tarragona por
infringir la Ley de Extranjería al rebajar las condiciones laborales
de un contingente de 60 trabajadores chilenos, tras una denuncia
efectuada por el sindicato CGT.
El portavoz de CGT en Catalunya, Carlos Navarro, explicó a Europa
Press que los chilenos llegaron el pasado mes de abril a España con
un contrato en su país de origen para trabajar en Carbonell Figueras.
La empresa solicitó a estas personas para emplearlas en Tarragona
pero, una vez en el aeropuerto del Prat de Barcelona, las trasladaron
a una obra de Sant Cugat del Vallès (Barcelona).
Según Navarro, "vemos un truco" en este cambio de ubicación de los
trabajadores. "Si la empresa hubiera pedido a estas personas para
Sant Cugat, quizás le hubiesen denegado el permiso y por eso hicieron
la petición para Tarragona", agregó.
Además, Carbonell Figueres rebajó la categoría y el salario acordado
con los chilenos. "Los trabajadores tenían rango de oficial de
primera y los pasaron a peones y, aunque trabajaban en Barcelona,
cobraban según el convenio de la provincia de Tarragona", explicó
Navarro.
La Inspección de Trabajo de Barcelona ha propuesto una multa de 6.000
euros por cada uno de los 60 chilenos afectados, dinero que recibirá
a parar al Ministerio de Trabajo. El sindicato estudia ahora la
posibilidad de querellarse con la constructora para pedir alguna
indemnización a los trabajadores, ya que son "los principales
perjudicados".
CONTINUA HOSPITALIZADO UN TRABAJADOR Todavía continúa abierta en la
Inspección de Trabajo de Barcelona la denuncia sobre la falta de
seguridad en la empresa tarraconense.
Días después de efectuar la queja, uno de los empleados chilenos tuvo
un accidente laboral del que permanece hospitalizado.
Además, el próximo 25 de julio tendrá lugar la conciliación con la
empresa por el despido de cinco ciudadanos chilenos y la reclamación
de cantidades. El sindicato reclama la diferencia salarial por
bajarles de categoría y pagar según el convenio de Tarragona, cuando
trabajaban en Barcelona.
AYUDA AL CONSULADO Según CGT, los cinco trabajadores despedidos
fueron los representantes elegidos por los trabajadores para tratar
con la dirección de la empresa sobre su situación laboral. Dos de
ellos volvieron a Chile y los otros tres se quedaron en Barcelona
para denunciar la situación.
Durante una semana, los tres han permanecido alojados en locales de
la CGT, que también les ha proporcionado manutención. Ahora, el
consulado de Chile ha ofrecido una ayuda de 25 euros por jornada y
trabajador durante diez días.
Desde un primer momento, CGT informó de la situación al consulado de
Chile "para que tomara partido" y, tras una reunión que tuvo lugar
esta mañana, el organismo se comprometió a colaborar. La próxima
semana está prevista otra reunión entre el sindicato y el consulado.
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19-Jul-2002 15:30:04
(EUROPA PRESS)
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