Goirigolzarri (BBVA) afirma que la crisis traerá un probable aumento en la exigencia del capital regulatorio

Actualizado: lunes, 13 julio 2009 18:38

SAN SEBASTIAN, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El consejero delegado de BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, afirmó este lunes que "la crisis pasará, pero debemos aprender de la serie de lecciones que nos deja, que será un probable aumento en la exigencia del capital regulatorio, un cambio en las normas contables y requisitos adicionales de liquidez".

Durante su intervención en el curso de Periodismo Económico "El mundo después del crash", organizado por la Escuela de Periodismo UAM/El País-Fundación BBVA en San Sebastián, José Ignacio Goirigolzarri señaló que, como consecuencia de la situación económico y financiera vivida en los últimos dos años, es necesario reformar y normalizar el sistema financiero de forma rápida y ordenada.

El directivo del BBVA comenzó su presentación refiriéndose a la complejidad de la economía global en el último año y medio, y a los profundos cambios macroeconómicos ocurridos en este periodo de tiempo y cómo éstos han afectado al sector financiero.

"Venimos de un período caracterizado por un crecimiento económico sostenido que se quebró en el verano de 2007 como consecuencia, en gran medida, de los excesos cometidos durante el periodo de bonanza", explicó.

El consejero delegado de BBVA señaló al arbitraje regulatorio como el "principal agravante de la crisis, ya que se han producido numerosos fallos en la regulación y en la supervisión". Asimismo, dijo que otros desencadenantes y transmisores de ésta fueron el apalancamiento del sector financiero, la infravaloración del riesgo, los tipos de interés muy bajos, el endeudamiento excesivo del sector privado y una sobrevaloración de activos.

MAGNITUD GLOBAL DE LA CRISIS

"El frágil equilibrio existente se rompió con el desencadenamiento de la crisis subprime, que es sólo la punta del iceberg. Es a partir de ese momento cuando la incertidumbre se apodera de los mercados y aparecen las pérdidas bancarias y la restricción financiera", explicó José Ignacio Goirigolzarri.

"Sin embargo, -continuó- lo que inicialmente parecía una crisis financiera, se transmitió a la economía real y contó con el comercio internacional como principal correa de transmisión, lo que provocó una crisis de magnitudes desconocidas, tanto por su profundidad, como por la magnitud de la destrucción de riqueza".

Para mitigar los efectos de una crisis global de tal magnitud, los gobiernos están actuando "con rapidez y contundencia a través de las medidas adoptadas en las políticas monetaria y fiscal", destacó.

Sin embargo, manifestó que la diferenciación por regiones "es evidente" tanto en los países desarrollados como en los emergentes. Así, en EE.UU. y Europa, las diferencias se han focalizado en la rapidez y coordinación en la respuesta para afrontar los distintos factores de la crisis.

En América Latina se caracteriza por el crecimiento y la estabilización y existe margen para la implementación de políticas contra-cíclicas y goza, además, de una sólida posición financiera. En China, se caracteriza por el crecimiento apoyado en un programa fiscal. Por lo que respecta a la Europa Emergente, existen desequilibrios macroeconómicos y sistemas financieros vulnerables.

A corto plazo, la caída de la actividad continuará, pero será distinta en las diferentes regiones, debido a la posición como exportadores de materias primas y a la dependencia de la financiación exterior.

A medio-largo plazo, la configuración de la economía global cambiará desde el lado de la oferta y la demanda, lo que llevará a un menor crecimiento del PIB.

EL CASO DE ESPAÑA

En lo referente al caso español, Goirigolzarri afirmó que la economía española seguirá presentando nuevas necesidades de financiación debido a su elevado apalancamiento, su fuerte exposición al sector inmobiliario y a un mercado laboral muy sensible al ciclo económico.

En este sentido, indicó que la economía española generó el 33 por ciento del total de nuevos empleos de toda la Unión Europea (UE-15) en el período 2000-2007. Sin embargo, en 2008, destruyó 108.500 empleos, mientras que el resto de la UE generó 1,8 millones de nuevos empleos.

"La economía española está inmersa en un intenso ajuste, y aunque parece haber algunos signos de que la caída libre ha terminado, todavía queda un largo camino por recorrer. Por ello, se deben tomar medidas estructurales que aumenten el crecimiento potencial de la economía: menores medidas de financiamiento, mejora de la competitividad y mejora del modelo productivo", subrayó el consejero delegado de BBVA.

En definitiva, manifestó que "la crisis pasará, pero debemos aprender una serie de lecciones: aumento de la exigencia del capital regulatorio; los modelos sostenibles son los modelos basados en clientes; necesidad de productos menos sofisticados, cuya aversión al riesgo sea menor". "Probablemente habrá consolidaciones; y por lo tanto, existe una necesidad de reformar y normalizar el sistema financiero de forma rápida y ordenada", concluyó.