Torre eléctrica de la línea Hernani-Argia. - RED ELÉCTRICA
BRUSELAS, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha instado este miércoles a acelerar el despliegue de ocho "autopistas energéticas" para garantizar el suministro seguro y fiable dentro de toda la Unión Europea; un nuevo 'mapa' en el que Bruselas incluye los dos cables de interconexión eléctrica que deben unir la península Ibérica con Francia por los Pirineos (Aragón-Pirineos atlánticos y Navarra-Landes), aunque asume que superar ese bloqueo recae sobre la voluntad de París.
El Ejecutivo comunitario alerta de la escasa inversión y de la insuficiente integración de las infraestructuras energéticas europeas, de las que advierte de su antigüedad y de la falta de interconexiones entre países.
Defiende, además, que las grandes interconexiones aportan beneficios "más allá" de los territorios en donde se construyen y por tanto es necesaria una evaluación más "justa y transparente" de los costes y beneficios y agrupar proyectos para atraer inversión de otros actores.
En este contexto, presenta un paquete de medidas para impulsar las redes europeas con una mejor planificación y una reducción de la burocracia y agilización de los permisos, al tiempo que pone sobre la mesa un catálogo de ocho "autopistas energéticas" para cuyo desarrollo Bruselas reclama "mayor coordinación política", por ejemplo recurriendo a los grupos regionales de alto nivel y asegurándose de que cada uno de esos proyectos es prioritario a nivel de la Unión y no sólo de los Estados miembro implicados.
Una de esas autopistas será la doble conexión bajo los Pirineos entre Francia y España para asegurar una mejor conexión eléctrica de la península Ibérica con el resto de la Unión, una ambición que España y Portugal reclaman desde hace tiempo pero que no cuenta con el mismo compromiso desde Francia.
Preguntado por ello en una rueda de prensa, el comisario de Energía, Dan Joergensen, ha admitido que en el pasado Francia ha sido "reticente" a acelerar las interconexiones con la península, pero ha subrayado que este país "evita unos 40 apagones al año gracias a sus interconexiones" con otros países vecinos e insistido en que los expertos afirman que para que no se repitan en el futuro grandes apagones como el ocurrido en España el año pasado es necesario potenciar las interconexiones.
Con todo, fuentes comunitarias conceden que existe una "fuerte dimensión política" en los esfuerzos para lograr el desarrollo de las ocho autopistas que Bruselas reclama, por lo que uno de los retos más allá del esfuerzo técnico para agilizar la planificación, permisos e inversiones desde Bruselas, es lograr de forma urgente el "máximo respaldo político" también a los trabajos en los grupos de expertos 'ad hoc'.
Las mismas fuentes recuerdan, de hecho, que los propios Tratados de la UE reconocen que son los Estados miembro los que tienen la última palabra a la hora de decidir sobre los proyectos de infraestructuras que puedan afectar a su territorio y tienen el derecho a vetarlos.
En todo caso, la Comisión confía en potenciar las ocho interconexiones energéticas que considera clave y que, además de la solución para el cuello de botella en los Pirineos, incluye también el corredor de hidrógeno H2med del suroeste, que unirá Portugal con Alemania e incluye la tubería submarina entre Barcelona y Marsella.
Las demás iniciativas apuntan a una "gran interconexión marítima" para resolver el aislamiento de Chipre conectándolo con la Europa continental; otro proyecto para el fortalecimiento de la interconexión eléctrica de los países bálticos para superar la desconexión con Rusia; el gaseoducto transbalcánico; convertir el mar Báltico en un "centro de interconexiones offshore"; otro proyecto para la Europa suroriental que incluiría almacenamiento y otro corredor de hidrógeno en el sur que una Alemania, Austria e Italia con Túnez.
Entre las claves para acelerar esta 'hoja de ruta', el comisario ha apuntado medidas para acortar los plazos de los procedimientos para obtener los permisos y defendido que "no deberían durar más de dos años, con un máximo de tres para los proyectos más complejos".
"Hoy en día suelen ser mucho más largos. No es raro que superen los cinco años e incluso puede que superen una década", ha lamentado el comisario durante la rueda de prensa para presentar la batería de propuestas del Ejecutivo de Ursula von der Leyen.
En cuanto a las cifras, Bruselas estima que se necesitarán 1,2 billones de euros en las redes eléctricas de la UE hasta 2040, incluidos 730.000 millones de euros sólo para las redes de distribución y 240.000 millones de euros para las redes de hidrógeno.
El actual marco presupuestario (2021-2027) dota con 5.800 millones de euros los proyectos transfronterizos bajo el mecanismo 'Conectar Europa', pero Bruselas ha propuesto quintuplicar ese esfuerzo hasta llegar a los 29.910 millones de euros en el próximo presupuesto europeo (2028-2034), que está aún por negociar entre los 27. Según precisa Bruselas, los proyectos de redes nacionales podrán optar a financiación en el marco de los planes de asociación nacionales y regionales y del Fondo Europeo de Competitividad.