MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro, aseguró que la organización a la que representa "no comparte la oposición" del Gobierno al uso de la energía nuclear en España, y lamentó los problemas existentes actualmente para la creación de un cementerio de residuos nucleares.
Gómez-Navarro señaló que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene razón cuando alude a que "el problema de los residuos no está resuelto", si bien, aclaró que la solución no se alcanza porque "los ciudadanos no facilitan que se resuelva".
En su opinión, se ha extendido un cierto miedo en torno al impacto de los cementerios nucleares, lo que hace imposible que se alcance un acuerdo para establecer uno en España, ni siquiera en lugares abandonados.
Por otro lado, instó a crear un programa de ahorro energético en colaboración con las administraciones para solucionar el problema de "eficiencia energética" que sufre España, tanto a nivel industrial como doméstico.
En rueda de prensa durante la Asamblea de las Cámaras 2007, Gómez-Navarro aseguró que este programa es "perfectamente posible", y precisó la importancia de implicar en el a las empresas fabricantes de electrodomésticos.
En este sentido, prosiguió señalando que España ha de ser consciente de que si no se plantea un "menor despilfarro energético", en el futuro España "no tendrá energía".
Por ello, expresó la voluntad de las Cámaras de abrir un debate con la implicación de todos los agentes del sector energético, incluso de las organizaciones ecologistas, para encontrar la solución al déficit de eficiencia energética española.
En este sentido, señaló que uno de los problemas a resolver es la distribución de los impactos de los sistemas de producción energética que afectan al medio ambiente, tanto durante su proceso de construcción, como por su impacto paisajístico.
No obstante, aseguró que este debate aún no se ha iniciado, y que no se iniciará hasta que no pase "el tema de Endesa", ya que entonces los diferentes agentes que tengan que participar en el debate "se podrán expresar con libertad", después de haber preferido mantenerse unos meses "en silencio".
