MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
BBVA prevé contratar un millón de tarjetas nuevas en los próximos dos años y alcanzar así los 11 millones de tarjetas, al tiempo que avanzará en la adaptación del 90% de su dinero de plástico al sistema de seguridad del chip, informó hoy el director de Medios de Pago de la entidad, Juan de Lapuerta.
Para alcanzar este objetivo, la entidad que preside Francisco González lanza al mercado una nueva familia de cuatro tarjetas para particulares que pretende adaptarse a las preferencias de pago de sus clientes, ya sea prepago, débito, crédito o 'revolving'; hacer más sencillo su uso y reforzar la seguridad.
Las nuevas prestaciones no supondrán un aumento de las comisiones, avanzó Lapuerta, tras indicar que BBVA aplica cuotas "por debajo de la media" y no las ha variado en los últimos dos años. Los tipos de interés de operaciones de crédito y 'revolving' se adaptarán al cliente y podrían ser inferiores al 7% en algunos casos, agregó.
Según BBVA, el segmento de negocios de medios de pago está inmerso en un profundo proceso de transformación debido a la actual coyuntura económica, y esta oferta de cuatro tarjetas en el que el pago se realiza -según la campaña- 'antes','ahora', 'después' o 'como tú quieras', puede contribuir a mejorar las tasas de morosidad en estos medios de pago.
Asimismo, las nuevas tarjetas son una forma de reaccionar al aumento de la tasa de ahorro familiar, la demanda de productos de menor riesgo y mayor control por parte del cliente, la disminución del consumo de las familias, la escasa diferenciación de la oferta y el resurgimiento del débito y el prepago.
Los 70 tipos de tarjetas con que cuenta BBVA migrarán a la nueva familia de tarjetas, manteniendo las ventajas anteriores, mientras que aquellas fruto de acuerdos con empresas específicas o con descuentos especiales se mantendrán como hasta ahora, como la tarjeta Repsol o Iberia.
En cuanto a la seguridad, BBVA "es el primer gran banco que inicia el proceso de migración al estándar de seguridad EMV" y que ha de estar implantado antes del 1 de enero de 2011, subrayó el directivo. "BBVA lo hará antes de esa fecha", especificó.
El chip contiene la información de la tarjeta encriptada, por lo que ofrece el mayor grado de seguridad ante la posibilidad de que el plástico sea clonado en cajeros o comercios, sostiene la entidad.
Las nuevas tarjetas incorporan un paquete de seguridad que incluye un seguro de atraco en cajeros automáticos, por el que ante un ataque durante la retirada de efectivo BBVA reintegra el importe sustraído con una franquicia de 30 euros.
Asimismo, ofrece protección ante uso fraudulento desde el primer euro y, en caso de pérdida o robo de tarjeta, los clientes podrán disponer de dinero en cajeros sin necesidad de ésta.
