Ve "un misterio" el futuro de su obra social e insta a instituciones y ciudadanos a "incorporarse a la cultura del patrocinio y de la RSC"
MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, opina en su último blog que la reforma de las cajas de ahorros obligará a estas entidades a "competir con una mano atada a la espalda" ya que "se les impone el ratio de solvencia más elevado del mundo, por encima de los requisitos de la reforma de Basilea III".
Bajo el título de 'Incertidumbre', el blog del primer edil, que recoge Europa Press, considera que "la mejor explicación de la súbita conversión del Gobierno a la ortodoxia --más bien sui generis-- que caracteriza estos días extraños" se debe al "ansia de calmar a los mercados, y no al ¿superado? prejuicio anticapitalista". "Los extremos se tocan", señala.
Así, opina que la decisión del Ejecutivo central de elevar al 8 por ciento el capital mínimo exigido a las entidades antes del 30 de septiembre para evitar la nacionalización "puede tratarse en apariencia únicamente de una intervención parcial, pensada para aquellos casos en que las cajas no quieran o no puedan convertirse en bancos por sí solas".
"Pero en la práctica resulta inevitable acordarse de aquella sentencia de Joseph A. Schumpeter, extravagante a la par que lúcido economista de la escuela austriaca, que advertía que la exigencia de eficacia del mercado puede eliminar incluso a los más prudentes y rigurosos", apostilla.
Así, considera que estas medidas "anunciadas, como todo lo emprendido por este Gobierno, con dos años de retraso", podrían contribuir a "separar las cajas saneadas de las que están en malas condiciones", pero en cualquier caso "obligará a todas (las cajas de ahorros) a competir con una mano atada a la espalda, desde el momento en que se les impone el ratio de solvencia más elevado del mundo".
A renglón seguido, el regidor hace referencia al futuro de las obras sociales de estas instituciones, que a su entender es "un misterio" ya que frente a quienes opinan que "una solidez reforzada se traducirá en un mayor beneficio, y por consiguiente en un margen más amplio para seguir ejerciendo esa tarea", otros creen que "esa nueva fortaleza, y la necesidad de seguir provisionando fondos para acreditar solvencia", podrían tener el efecto contrario.
Así, manifiesta su temor a que una función social que "contribuye a paliar desequilibrios y carencias sociales, así como a hacer posible una actividad cultural que no tiene por qué estar siempre sujeta al juicio del mercado" pueda sufrir de esta decisión del Ejecutivo central.
Y es que "aunque en los últimos años España se ha incorporado a los usos y costumbres de su entorno occidental, lo cierto es que es en los países anglosajones donde históricamente se ha desarrollado primero el capitalismo es donde se observa un mayor compromiso del sector productivo con las necesidades de la comunidad".
"Esa sana disposición hace que sean infinidad las empresas y los individuos que dedican parte de su tiempo y sus ganancias a sufragar toda suerte de ayudas sociales y de ofertas culturales", señala.
Concluye opinando que "haría falta que (los españoles) nos incorporásemos a esa cultura del patrocinio y la responsabilidad social corporativa (RSC) con mayor empeño que hasta ahora, apurando hasta el final y en todos sus aspectos este viaje que va de lo semipúblico a lo privado, disfrutando de las ventajas de éste tanto como asumiendo sus exigencias".
"Nada sería peor, por el contrario, que quedarnos a medio camino entre un sistema y otro", concluye, resumiendo que todas estas dudas no son más que el reflejo del "único concepto claro en la España de (José Luis Rodríguez) Zapatero: incertidumbre".
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