MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha advertido de que las prolongadas negociaciones entre Grecia y la troika para llegar a un acuerdo sobre las reformas evidencian la voluntad de ambas partes de encontrar una solución al problema, pero al mismo tiempo elevan los riesgos para el rating de Grecia y para el desempeño de su economía.
"Las continuas conversaciones entre el Gobierno griego y los acreedores oficiales del país son una prueba de la voluntad política para lograr un acuerdo, pero el paso del tiempo y un tono a menudo de confrontación elevan los riesgos claves para el perfil crediticio de Grecia y sus bancos", subraya Fitch.
La agencia de calificación remarca que un acuerdo en el Eurogrupo de este sábado tras varios intentos fallidos aliviaría los riesgos a corto plazo de un "default descontrolado" de Grecia y de su posible salida de la eurozona, pero se produciría justo unos días antes de que concluya el actual programa de ayuda el 30 de junio.
En este sentido, remarca que transformar un acuerdo inicial en un acuerdo formal y en una extensión del programa requerirá la aprobación de los Parlamentos de Grecia y Alemania, entre otros países, así como una rápida legislación de las reformas en el país heleno.
Fitch apunta que una facción de Syriza y de otros partidos menores de la coalición se han opuesto a parte de las propuestas presentadas esta semana, como la reforma de las pensiones, el IVA o los salarios públicos. "Una ruptura del Gobierno, un referéndum sobre el acuerdo o unas elecciones anticipadas podrían retrasar los desembolsos", agrega.
IMPAGO AL FMI.
Asimismo, añade que la falta de un acuerdo ha incrementado los riesgos de que Grecia no pueda hacer frente al pago que debe realizar al Fondo Monetario Internacional el próximo 30 de junio, así como de que se pongan en marcha controles de capital.
Fitch explica que su rating de Grecia refleja más el riesgo de un impago a los acreedores privados que a los oficiales, por lo que incumplir con el plazo del FMI no constituiría un impago según sus criterios, pero si sería negativo para su calificación.
"Un impago al FMI por una economía de altos ingresos no tiene precedentes e indicaría un estrés de liquidez extremo", añade la agencia de calificación crediticia, que señala que la implicaciones para el rating dependerían de la capacidad y la voluntad del país de subsanar este impago y de la respuesta de las instituciones.
Por otro lado, incide en que, aunque se llegue a un acuerdo, es improbable que Grecia recupere su acceso a los mercados al final de la prorroga del segundo programa.
"La lucha para acordar las reformas fiscales y de pensiones, la acalorada retórica que en algunos momentos ha acompañado a las negociaciones de esta semana y la oposición popular a la austeridad en Grecia sugieren que la negociación de un tercer programa será complicada, con riesgos recurrentes de una perdida de confianza entre Grecia y sus acreedores", añade.
Por otra parte, resalta que la prolongada incertidumbre ha dañado también la economía griega, ya que ha afectado a la confianza de inversores, consumidores y depositantes, lo que podría devolver la economía a la contracción.
