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MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El grupo parlamentario de CiU ha decidido finalmente apoyar la convalidación del decreto ley de reforma laboral que este jueves se vota en el Congreso, según ha confirmado el propio portavoz de los nacionalistas, Josep Antoni Duran i Lleida, en los pasillos de la Cámara Baja.
Aunque al PP no le resultaba necesario el apoyo de CiU dada su mayoría absoluta, ahora podrá lograr más de 200 votos a favor con los nacionalistas catalanes más UPN y FAC, casi la mayoría cualificada de tres quintos de la Cámara baja.
El voto a favor de CiU, que ya el martes rechazó la retirada de la reforma que pedía el PSOE, se debe a las garantías que los nacionalistas catalanes aseguran haber recibido del Gobierno para limar en la tramitación parlamentaria las posibles dudas competenciales en torno a las políticas activas de empleo.
POLÍTICAS ACTIVAS DESDE LAS COMUNIDADES.
Durante el debate de convalidación, el portavoz de Empleo del Grupo Catalán, Carles Campuzano, ha señalado que "la principal debilidad de esta reforma está precisamente en que para que sea justa para la mayoría de los trabajadores debe situar el centro del interés en la modernización de las políticas activas de empleo y mantener sus recursos", que son las que realmente dan "seguridad en lo que tiene que ver con la recolocación".
Así, ha avanzado que en el trámite parlamentario como proyecto de ley CiU propondrán "reforzar la eficacia de los planes sociales" y las medidas de formación para mejorar la "empleabilidad" y aumentar la "competitividad" de las empresas. En este sentido, el diputado ha anunciado un acuerdo con el PP para "garantizar que los recursos de las políticas activas de empleo sean administrados libremente por las comunidades autónomas".
"Estábamos muy preocupados por una vuelta atrás en materias de políticas activas de empleo, y en las últimas horas hemos conseguido una aproximación suficiente que garantice que los recursos de las políticas activas de empleo sean administradas libremente por las comunidades sin tener que estar condicionados por la regulación estatal con rango inferior a ley. Lo hemos garantizado para todas las comunidades autónomas: políticas activas adaptadas a las necesidades de cada territorio", ha añadido.
CARENCIAS DE LA REFORMA.
En cualquier caso, Campuzano ha avanzado que CiU presentará otras enmiendas al decreto ley en la línea de "seguir avanzando en el modelo austriaco de indemnización por despido para evitar la sobrecarga que suponen" estos pagos para las empresas pequeñas y medianas.
También se trabajará para "reforzar el papel de la autoridad laboral", con el objetivo de dar "mayor seguridad jurídica" a trabajadores y empresarios y para dotarles de "capacidad para facilitar el acuerdo".
Los nacionalistas catalanes tratarán asimismo de incorporar "más medidas para autónomos", avanzar en el contrato de formación profesional dual, mejorar la protección social del trabajo parcial y de los fijos y discontinuos; dar un nuevo impulso a la racionalización de los horarios y "resolver cualquier duda sobre constitucionalidad de la ley".
PLAN DE CHOQUE.
Campuzano ha reclamado que se acompañe la reforma de "un halo de cambio de ciclo económico" mediante un "plan de choque para buscar la generación de empleo en el corto plazo" porque "la resignación" con respecto a la destrucción de otros 630.000 empleos este año "no es aceptable".
"Esta reforma deberá ser útil en el medio y el largo plazo, y no sólo en materia de creación de empleo, sino en la mejora de la posición competitiva de las empresas, que es donde nos jugamos el futuro. Necesitamos medidas audaces, valientes, que asuman riesgo pero que nos permitan salir del hoyo en que nuestra sociedad está instalada", ha apostillado.
Finalmente, Campuzano ha reconocido que "ésta no es estrictamente la reforma de CiU", que no obstante comparte "su orientación" en temas como la flexibilidad interna, la reducción de los costes del despido, la clarificación de las causas de despido procedente o el aumento de competencias de las ETT.
Asimismo, ha defendido que el decreto ley es "continuista" con las reformas socialistas de los últimos años tanto en la identificación de los problemas como "en algunas medidas", afeando así el "ruido" protagonizado por la izquierda en el debate.
