Ridao exige que sólo la inviabilidad de la empresa justifique las razones objetivas de despido y las modificaciones contractuales
MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de ERC y portavoz de esta formación en el Congreso, Joan Ridao, considera "estimable" la propuesta del Gobierno para reformar el mercado laboral, aunque también contiene aspectos que no le gustan. Por eso, condiciona su apoyo a la convalidación del decreto ley que mañana probará el Gobierno a que el Ejecutivo adopte antes de la votación del próximo martes en el Pleno del Congreso, de un "compromiso formal" de que esos puntos se modificarán durante la tramitación del decreto como proyecto de ley.
Así se lo trasladó esta mañana el propio Ridao al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, con el que mantuvo un encuentro en el marco de la ronda de contactos que el Gobierno ha abierto con los grupos parlamentarios para sumar apoyos a la convalidación del decreto.
Según explicó Ridao en rueda de prensa, Corbacho mantiene su compromiso de que el texto se tramite proyecto de ley, entre otras cosas, porque el Tribunal Constitucional ya declaró inconstitucional la aprobación por decreto de la reforma laboral de 2002. Ese método de tramitación permitirá que las sugerencias de los distintos grupos se incorporen al texto una vez sea convalidado con las Cortes.
NO HABRÁ UN "CHEQUE EN BLANCO"
Ridao explicó que Corbacho le ha asegurado que el decreto que mañana aprobará el Consejo de Ministros será prácticamente igual al texto que se ha hecho público y, por tanto, el portavoz de ERC asume que no se introducirán de hoy a mañana los planteamientos que ha hecho su formación.
Por eso ha exigido al ministro un "compromiso formal, solemne y por escrito" de que, ya durante la tramitación parlamentaria, se analizarán los cambios que demanda ERC, y avisó de que, si el Gobierno no da ese paso, su formación podría abstenerse o incluso votar en contra de la convalidación porque no tiene intención de dar "un cheque en blanco" al Ejecutivo.
"No queremos engaños ni sustos", argumentó Ridao, quien expresó su temor de que al final el Gobierno "sucumba a la presión de la derecha" y el texto se endurezca a su paso por el Congreso. En cualquier caso, avanzó que Corbacho le ha asegurado que, aunque están abiertos a introducir cambios durante la tramitación, no aceptarán un "giro copernicano".
MÁS RESPONSABILIDAD Y MENOS TACTICISMO
En general, ERC considera "un interesante punto de partida para empezar a hablar" la propuesta gubernamental, dice tener el deseo de negociar "con ánimo constructivo" y se considera "legitimada" para ello porque asegura no representar intereses de ningún sindicato concreto ni tampoco de la patronal. "Vamos a arriesgar", señaló, garantizando que no se guiará por "tacticismos" e instando al resto de partidos a aclarar cuáles son sus reivindicaciones y a todos, incluidos los agentes sociales a actuar "con responsabilidad".
Esquerra ve bien a priori la mayoría de los puntos relativos a la contratación que propone el Gobierno --contrato de formación, en prácticas, de fomento de la contratación indefinida y temporal-- porque considera que "amplían la cañería" de acceso al mercado laboral, pero cree que lo que falla es "la salida", es decir, el despido.
La principal pega que pone Ridao es la "indefinición" con la que, a su juicio, se tratan en el texto el despido por razones técnicas, organizativas o económicas para el despido y que pueden abrir la puerta a un "auténtico coladero" que puede acabar facilitando la expulsión de trabajadores del mercado laboral.
CONTRATACIÓN DE JÓVENES
Para paliar ese peligro, ERC propone que, siguiendo la doctrina del Tribunal Supremo, ese despido sólo pueda aplicarse cuando se ponga en cuestión la viabilidad del proyecto empresarial y no se ponga plazo alguno, como los seis meses de pérdida que ha insinuado el Gobierno.
Respecto a la flexibilización, aunque ven posibilidad de acuerdo en los puntos relativos a la contratación eventual, la jornada y los horarios, los republicanos rechazan la "cláusula de descuelgue salarial" y reclaman que sólo puedan modificarse las condiciones contractuales o salariales de manera sobrevenida si la empresa es inviable.
También plantean que a la hora de hacer más flexible la negociación colectiva y analizar asuntos como los periodos de prueba, las modalidades de contrato o la movilidad geográfica, se tengan en cuenta no sólo razones sectoriales, sino también territoriales. Además, piden que se busquen fórmulas para facilitar la contratación juvenil en el marco del contrato de formación.
