Economía/Laboral.- Francia redujo el paro en 2005 al 9,5%, pero creó sólo 40.000 empleos nuevos

Actualizado: martes, 31 enero 2006 12:48

PARIS, 31 Ene. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -

Francia consiguió rebajar el número de parados en 126.800 personas durante el pasado año, y su actual tasa de desempleo en relación a la población activa se sitúa en el 9,5%, según cifras oficiales, lo que supone un descenso de siete décimas con respecto al 10,2% que alcanzó durante los primeros meses del año.

Sin embargo, esta reducción del paro no se corresponde con una creación de empleo importante, pues la economía francesa ha generado apenas 42.000 nuevos puestos de trabajo. El Gobierno ha culpado de este dato al método de recogida de datos del Instituto Nacional de Estadísticas, que publica estas cifras.

Los sindicatos consideran que la diferencia entre una magnitud y otra explica que la reducción del desempleo reivindicada por el actual Gobierno se debe al inicio de la jubilación de la llamada generación 'baby-boom' de la posguerra, y también a la expulsión de las listas del paro de muchos trabajadores por no cumplir las condiciones de búsqueda de empleo.

"No hay creación de empleo, y ése es el verdadero problema. No hay un crecimiento dinámico", criticó hoy el secretario general de Fuerza Obrera, Jean Claude Mailly. Actualmente, sigue habiendo en Francia 2.310.600 parados y los ciudadanos consideran el desempleo el problema prioritario del país.

Desde 2003, Francia no conseguía rebajar su tasa de paro hasta el 9,5%. La economía gala prosigue así su racha de nueve meses seguidos reduciendo el número de desempleados, como destacó hoy el ministro delegado de Empleo, Gérard Larcher.

El paro de los jóvenes ha disminuido un 5,8% en 2005, mientras en el caso de los trabajadores de más de 50 años, la reducción ha sido del 0,2%. El desempleo femenino ha descendido (0,9%) una décima más que el masculino y el de los parados de larga duración también se ha rebajado (0,9%).

La publicación de estos datos coincide con el inicio de la discusión parlamentaria sobre el Contrato Primer Empleo (CPE), un nuevo tipo de contrato ideado para reducir el paro entre los jóvenes. Oposición y sindicatos se han opuesto a la medida porque ofrece al empleador un periodo de prueba de dos años, durante el cual el trabajador puede ser despedido libre y gratuitamente, al igual que el Contrato Nuevo Empleo (CNE) puesto en marcha por el Ejecutivo el año pasado para las pequeñas y medianas empresas.