Economía/PGE.- (Ampliación) Rajoy acusa al Gobierno de "tirar de chequera" para ocultar su "fracaso político"

Actualizado: miércoles, 24 octubre 2007 14:41

Dice que la presión fiscal supondrá un coste para los españoles de 10.500 millones de euros en 2007

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, acusó hoy el Gobierno de presentar unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2008 en los que "tiran de chequera" para intentar ocultar su "fracaso político", una vez "fracasadas" las dos líneas de actuación emblemáticas del Ejecutivo, la "supuesta" reconfiguración territorial autonómica y el proceso de negociación política con la banda terrorista ETA.

Durante la defensa de la enmienda de totalidad del PP contra las cuentas del próximo año, Rajoy afirmó que "electoralista" es la palabra que mejor define a estos Presupuestos, y añadió que no constituyen un proyecto "coherente" que identifique prioridades económicas y sociales y ponga unos instrumentos para alcanzarlas.

"No son más que una fórmula para salir del paso, aguantar hasta las próximas elecciones legislativas y después...ya veremos", reprochó Rajoy, quien indicó que las cuentas del próximo año recogen medidas "dispersas", que han sido adoptadas de forma "totalmente precipitada" y que no representan una política social "articulada y coherente". "A falta de un sólido proyecto de política social y familiar, 'trompeteo' y publicidad electoral pagada", reiteró.

Por todo ello, Rajoy consideró que los presupuestos son "en lo económico un freno, en los político un retroceso, y en lo moral, por su uso partidista del dinero de todos los españoles, una indecencia".

Más concretamente, Rajoy reprochó que el gasto previsto es "claramente superior" al crecimiento estimado de la economía para el próximo año (3,3%), y añadió que, además, va acompañado por un incremento de los ingresos por impuestos y cotizaciones sociales también por encima del crecimiento de la economía, lo que significa, dijo, que "vuelve a subir la presión fiscal".

INCREMENTO DE LA PRESIÓN FISCAL.

Así, el líder de la oposición reprochó al Gobierno que los Presupuestos de 2008 volverán un año más a suponer un incremento de la presión fiscal, como ha sucedido, según dijo, en los últimos tres ejercicios. Así, destacó que este año, la presión fiscal supondrá un coste para los españoles de 10.500 millones de euros.

"No está nada mal para quien se comprometió, en jornada tan solemne como el día de su investidura, a no subir la presión fiscal", resaltó Rajoy, en referencia al compromiso del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, presente en la Cámara.

Más aún, acusó a Zapatero de decir con "desparpajo" que los Presupuestos incluyen una reforma fiscal, cuando, a su juicio, "llamar reforma fiscal a unas medidas de desgravaciones y ayudas ya anunciadas junto a una deflactación parcial de la tarifa es un alarde portentoso de imaginación".

"En lugar de hacer un uso tan propagandístico de la política fiscal hubiera sido mucho más recomendable bajar de verdad los impuestos a todos los españoles", señaló Rajoy para añadir a renglón seguido: "Menos gastos electoralistas y menos impuestos: así de fácil".

FALTA DE PREVISIÓN ANTE LA CRISIS CREDITICIA.

Por otro lado, criticó que, en su opinión, el Gobierno no haya previsto en los Presupuestos el efecto de la crisis crediticia internacional y señaló, además, que la economía ya venía lanzando tiempo atrás "evidentes signos" que predecían un cambio de ciclo y la necesidad de actuaciones destinadas a ir transformando el modelo económico".

En este sentido, apuntó que las cuentas para el año que viene tenían que haber servido para contribuir a "atenuar los efectos del aterrizaje suave de la economía" e ir sentando las bases de un modelo con más competitividad frente al exterior, con una mayor productividad, generador de puestos de trabajo con mayor valor añadido, y, por ende, con más retribuciones.

Además, solicitó "reacciones inmediatas y acertadas" ante el "velo de incertidumbre" que ha supuesto la crisis 'subprime', por cuanto el crecimiento de la economía española de los últimos años se ha sustentado en unos tipos de interés históricamente bajos y en una "extraordinaria liquidez". "Eso se ha terminado", apostilló.

Así, señaló que, siendo los bancos españoles los mayores compradores de depósitos en el mercado interbancario, "una crisis de liquidez internacional es un riesgo para nuestra economía que no se puede despachar con un par de declaraciones al paso".

En esta línea, el presidente del PP reprochó al Gobierno que no sea sensible a las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que recientemente rebajó la estimación del crecimiento e la economía para 2008 hasta el 2,7%. En este punto, el líder 'popular' reiteró que Solbes "se ha quedado sólo en sus previsiones".

En este contexto, Rajoy acusó al Gobierno de "pasotismo" y de vender "humo" ante el "escepticismo general" en lugar de generar "optimismo".

A su juicio, se ha extendido una "falta de confianza" en la política económica del Gobierno, tanto en España como en el exterior. Concretamente, detalló un descenso de las inversiones financieras procedentes del extranjero en un momento en el que España "necesita cerca de 100.000 millones de euros para financiar su déficit exterior".

En el ámbito interno de la economía y, concretamente, de las familias, Rajoy indicó que el repunte de la inflación en los últimos meses ha supuesto un "torpedo en la línea de flotación de los ya maltrechos bolsillo de los consumidores españoles", de lo que, dijo, "no se acuerdan los Presupuestos".

TRATO DESIGUAL A LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

Rajoy repasó también el reparto de inversiones terrotirializables entre las diferentes comunidades autónomas, haciendo hincapié en las destinadas a Cataluña en virtud de lo pactado en el Estatuto de Cataluña.

En este sentido, dijo que "la asignación obligatoria de las inversiones estatales, o gran parte, a determinados territorios por mandato estatutario, es un ejercicio de dudosa constitucionalidad", ya que supone "obviar" los principios de solidaridad y equilibrio territorial.

Asimismo, precisó que corresponde al Parlamento decidir el interés general y cómo vertebrar con las inversiones el territorio, sin ningún otro límite que promocionar el bienestar de los españoles.

DESAUTORIZACIÓN DE SOLBES.

Por último, el presidente del PP sacó a relucir los "desencuentros" que, a su juicio, se han producido entre Solbes y Zapatero en el ámbito económico.

Rajoy aseguró que el presidente del Gobierno ha "desautorizado" al vicepresidente económico en torno a medidas como las ayudas al alquiler, la asistencia bucodental o la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), cuando Solbes pedía prudencia a la hora de calcular el gasto que se derivaría de estas mediadas. Además, dijo, "(Solbes) al final se pliega y el Presidente se queda contento".

Tras es estas afirmaciones, Rajoy puso en duda la coherencia interna del Gobierno en materia económica. "A estas alturas de la legislatura ya nadie sabe quién decide en el Gobierno sobre las cuestiones económicas, si los otros ministros que le (a Solbes) dictan medidas fiscales, si la Oficina Económica del Presidente o si los socios parlamentarios del Gobierno", añadió.