El índice de comportamiento del consumidor cierra en 2018 con una suave desaceleración, según Kantar

Publicado: martes, 15 enero 2019 10:45


Baja el número de españoles que cree que el paro se incrementará en los próximos meses

MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El índice de comportamiento del consumidor ha cerrado 2018 con una suave desaceleración, tras haber alcanzado su nivel máximo en el segundo trimestre del año, según se desprende el Informe Perspectivas del Consumidor de Kantar Millward Brown.

En concreto, el índice se sitúa de nuevo en valores negativos (-1,7), siguiendo un suave ritmo de desaceleración que no resulta "preocupante" y que "previsiblemente no afectará" a las decisiones de consumo, según refleja el informe.

Respecto a la percepción sobre el empleo, el 47% de los consumidores opina que el nivel de desempleo se mantendrá estable en los próximos meses, opinión que está en línea con la de los últimos dos periodos, mientras que la otra mitad de encuestados se divide claramente entre los que creen que subirá el desempleo (26%) y aquellos que creen que habrá menos, también con un 26%. Así, baja el número de personas que creen que en los próximos meses el paro se incrementará.

Cuestionado por las posibilidades de perder su propio trabajo en los próximos seis meses, los ocupados españoles continúan reforzando la opinión de que hay pocas o ninguna posibilidad de perder el empleo en este periodo, pasando del 72% al 74% en el último trimestre de 2018.

El informe subraya que este dato está muy alineado con la idea de que en términos de consumo interno no parece haber grandes incertidumbres ni se avecinan grandes bajadas.

Respecto a si creen que en los próximos meses sus ingresos se mantendrán en el nivel actual, el último trimestre de 2018 arroja un ligero descenso en la seguridad del consumidor, bajando ligeramente los que creen que se mantendrán y aumentando los que creen que sus ingresos pueden caer. Un cambio que está en línea con el leve descenso de la confianza global.

De esta forma, estos descensos en diferentes parámetros relacionados con la confianza (ingresos propios, desempleo general) no suponen cambios relevantes en el clima social, por lo que no se espera un cambio brusco negativo de tendencia como el sucedido en 2007-2008.