La inflación de la eurozona se moderó al 1,2% en mayo y mete presión al BCE

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Actualizado: martes, 4 junio 2019 13:02

MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

La tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en mayo en el 1,2%, medio punto porcentual por debajo de la subida de precios registrada el mes anterior y el menor incremento desde abril de 2018, según la estimación preliminar del dato publicada por Eurostat apenas un par de días antes de la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) y que refleja el impacto del menor encarecimiento del crudo, de los alimentos frescos y de los servicios.

En concreto, la energía registró en mayo una subida interanual del 3,8%, frente al 5,3% de abril, mientras que los alimentos frescos subieron un 0,4%, la mitad que el mes anterior. Por su parte, los servicios se encarecieron un 1,1%, frente al alza del 1,9% observada en abril.

De este modo, al descontar el impacto de la energía, la tasa de inflación de la eurozona se situó en mayo en el 1%, tres décimas por debajo de la subida de marzo, mientras que al excluir también los alimentos frescos el dato se situó en el 1%, frente al 1,4% de abril.

La tasa de inflación subyacente de la zona euro, que además del precio de la energía y de los alimentos también deja fuera el efecto del alcohol y del tabaco, se situó en mayo en el 0,8%, medio punto porcentual menos que el 1,3% registrado en abril.

El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de España situó su tasa interanual en el 0,9% en el mes de mayo, lo que implica un diferencial favorable a España respecto de la zona euro de tres décimas.

"Más débil de lo esperado, la tasa de inflación permanece incómodamente en torno al 1%, a pesar del ciclo económico que está madurando", señala el analista senior para la zona euro de ING, Bert Colijn, añadiendo que la débil subida de los precios se produce a pesar de las continuas presiones del mercado laboral, donde la tasa de paro bajó al 7,6%, en mínimos desde agosto de 2008.

PRESIÓN PARA DRAGHI

El debilitamiento de la subida de los precios, sumado a la fragilidad de la expansión de la economía de la zona euro, coloca en una complicada posición al Banco Central Europeo (BCE), cuyo consejo de Gobierno se reúne este jueves en Lituania, donde dará a conocer sus nuevas proyecciones macroeconómicas para la eurozona y se espera que ofrezca más detalles sobre el devenir de su política monetaria.

Las últimas proyecciones del BCE, publicadas el pasado mes de marzo, apuntaban a un crecimiento del PIB de la zona euro del 1,1% este año y del 1,6% en 2020, mientras que en 2021 apuntaba a una expansión del PIB del 1,5%.

En cuanto a la evolución de los precios, el BCE preveía que la inflación para la eurozona acabará 2019 en el 1,2%, mientras que el año que viene será del 1,5% y en 2021 alcanzará el 1,6%, siempre por debajo del objetivo de estabilidad del BCE, que marca un nivel ligeramente inferior al 2%.

Debido a que las preocupaciones por el crecimiento global aumentan y la zona euro es vulnerable al ciclo global, "esto se está convirtiendo en una preocupación creciente, ya que el riesgo a la baja es que la inflación subyacente no se mueva muy por encima del 1% en este ciclo", añade Bert Colijn.

"Sin duda, esto hará que algunos miembros del consejo del BCE sientan un poco de presión para actuar", añade el experto de ING, recordando que en la reunión de abril, ya se mencionó que las presiones de precios siguen siendo incómodamente bajas, lo que ciertamente no ha mejorado desde entonces.

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