Los líderes de la UE reducen el presupuesto del euro a un fondo para la convergencia y la competitividad

Actualizado: viernes, 14 diciembre 2018 19:40

BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han pedido a sus ministros que trabajen en el diseño y la creación de un presupuesto específico para la eurozona, pero que únicamente estará centrado en impulsar la competitividad y la convergencia entre los socios de la moneda única y no tendrá la función de estabilizar la economía de un país cuando se enfrente a turbulencias específicas, como pedían Francia y España, entre otros países.

"Encargamos al Eurogrupo que trabaje en el diseño, modalidades de la implementación y el calendario de un instrumento presupuestario para la convergencia y la competitividad para la zona euro", señala el texto de conclusiones pactado por los líderes de la Unión Europea, que además pide un acuerdo al respecto para junio de 2019.

El texto, por tanto, obvia la función de estabilización de dicho mecanismo presupuestario. Es decir, han descartado la opción de que este presupuesto sirva para apoyar con fondos europeos a un país que se está enfrentando a turbulencias específicas, tal y como pedían Francia y Alemania en su propuesta común y como defendía también España, partidaria de incluir en este ámbito un seguro europeo de desempleo.

Los únicos detalles que da el documento pactado sobre este fondo de competitividad y convergencia es que formará parte del presupuesto conjunto de la Unión Europea, su tamaño se determinará precisamente en las negociaciones de las cuentas comunitarias y estará sujeto a "criterios y directrices estratégicas" elaboradas por los socios del euros

La menor ambición en este campo se debe, según han explicado fuentes diplomáticas españolas, a las "muchas dificultades" que han planteado los países que forman la autodenominada 'Nueva Liga Hanseática', formada por Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania y Eslovaquia.

Con ellos se ha alineado el canciller austriaco, Sebastian Kurz, quien ha asegurado a su llegada a la reunión que no es "amigo" de un presupuesto de la eurozona y que no lo ve "necesario", al tiempo que ha advertido de que "costaría mucho dinero a los contribuyentes" europeos.

ESPAÑA Y FRANCIA SEGUIRÁN BUSCANDO MÁS AMBICIÓN

En una rueda de prensa posterior a la cumbre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha señalado que París "sigue considerando que es igualmente importante contar con la función de estabilización", así como que, aunque "no hay consenso hoy para ello", no abandona "ni la idea ni la voluntad".

En la misma línea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado que el acuerdo alcanzado "va en la buena dirección", pero que "las decisiones que se han tomado son insuficientes". "Estamos convencidos de que la zona euro necesita un instrumento de estabilización para periodos de crisis y durante los próximos meses (...) el Gobierno de España va a seguir trabajando intensamente en esa línea", ha asegurado.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha afirmado estar "contento" por el resultado del debate, aunque ha reconocido que hubiera deseado que los líderes apoyasen "por generación espontánea" la función de estabilización, que a su juicio "acabará encontrando cabida" porque el presupuesto comunitario "no puede vivir sin instrumentos que permitan reaccionar a golpes externos", ha explicado.

"Tengo la impresión de que avanzamos, pero de que no avanzamos lo suficientemente rápido", ha lamentado el luxemburgués.

UN 'CORTAFUEGOS' PARA LA UNIÓN BANCARIA

Más allá de las diferencias sobre el presupuesto de la eurozona, los jefes de Estado y de Gobierno han apoyado la creación de un 'cortafuegos' para la Unión Bancaria, un fondo que actuará como solución de emergencia para situaciones en las que los recursos del Fondo Único de Resolución (FUR) no son suficientes para hacer frente a una quiebra bancaria.

Será una línea de crédito con un vencimiento inicial de tres años, ampliables a otros dos, se podrá utilizar para cubrir los mismos usos que estipula el FUR, incluida una provisión de liquidez, y su tamaño estará alineado con el objetivo final de este fondo (55.000 millones de euros).

Este fondo, además, será fiscalmente neutro y sus préstamos deberán ser aprobados por unanimidad entre los socios del euro. El 'backstop', como se le conoce en inglés, de la Unión Bancaria comenzará a aplicarse en 2024, aunque la fecha de inicio podrá adelantarse siempre que se avance lo suficiente en la reducción de riesgos a los que se enfrenta el sector financiero europeo.

REFUERZO DEL FONDO EUROPEO DE RESCATES

Por otro lado, los líderes europeos han respaldado el refuerzo de las competencias del MEDE en la supervisión económica y el diseño y vigilancia de rescates, tareas que compartirá con la Comisión Europea. También han facilitado el acceso a la línea preventiva de crédito (PPCL, por sus siglas en inglés) antes de un eventual rescate, que estará sujeta a un "nivel apropiado de condicionalidad".

En concreto, para solicitar estos préstamos los países tendrán que cumplir las reglas fiscales europeas y este aspecto se revisará al menos cada seis meses. En caso de que se incumplan las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento se cortará el acceso a los fondos del MEDE y el Estado afectado podrá reclamar una línea de crédito reforzada (ECCL) o un rescate completo.

En cualquier caso, la asistencia financiera se concederá siempre a países cuya deuda pública es sostenible y su capacidad de devolución de los préstamos esté garantizada, factores que se examinarán de forma "transparente y predecibles".

En este contexto, los socios del euro han mostrado su intención de introducir las cláusulas de acción colectiva (CAC) en emisiones de deuda pública. Estas cláusulas facilitan la reestructuración de deuda porque permiten a una gran mayoría de bonistas acordar cambios en las condiciones que sean aplicables a todos los titulares de un título.

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