MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, ha afirmado que España ha perdido 30 puntos de competitividad con Alemania y que las opciones políticas que proponen recuperarla únicamente con I+D no ofrecen una solución real.
Durante su intervención en el M&A Forum, afirmó que los ajustes de competitividad dentro de la zona euro tienen efectos más lentos que las antiguas devaluaciones de la peseta, que tenían un impacto más explosivo pero de mucha menor duración.
Asimismo, ha asegurado que las próximas medidas que tome el Gobierno serán llevadas a cabo en aquellos sectores que más permitan al país ganar competitividad. A este respecto, avanzó que si el margen fiscal lo permite, se realizarán rebajas fiscales generales, sin referirse a ningún sector en concreto.
Según Nadal, la competitividad de las empresas españolas en el exterior es un elemento clave para el crecimiento del PIB y para ello es necesario que el proceso de internacionalización llegue también a las pymes, lo que exige "facilidades fiscales".
Además, Nadal considera que hay que analizar muy bien en qué partidas de los presupuestos se limita el gasto, puesto que en casos como la Administración "el ahorro que supone es mínimo" y una reducción que sitúe a España en un nivel inferior al actual "sacaría al país del modelo de bienestar europeo".
En esta línea, el asesor económico de Rajoy ha lamentado que la economía de mercado en España haya sido desvirtuada, ya que "no se explican sus ventajas ni en el sistema educativo ni en los medios de comunicación".
NO HAY BIPARTIDISMO EN SENTIDO ESTRICTO
Preguntado por la situación en la que quedan los dos grandes partidos tras las recientes elecciones en Andalucía, explicó que España tiene un sistema electoral proporcional en el que tienen representación parlamentaria todos los partidos, y, por tanto, no hay bipartidismo en el sentido técnico de que la Cámara sólo tiene dos partidos como ocurre en EEUU.
A este respecto, aclaró que el sistema proporcional español tiene una fuerte corrección que premia al ganador, lo que ha producido que una de cada dos legislaturas haya sido con mayoría absoluta. Y en todo caso, todos los gobiernos con la mayoría absoluta o relativa han sido monocolores, lo que es una tradición tan arraigada que es difícil que cambie.
