Pedir un rescate al FMI es la opción más lógica que le quedaba a Argentina, pese al gran coste político

Publicado: miércoles, 9 mayo 2018 19:21

MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, solicitó ayer una línea de apoyo financiero al Fondo Monetario Internacional (FMI) con el objetivo de hacer frente a un nuevo escenario global y evitar así una crisis económica, a expensas del gran coste político de la iniciativa a solo un año de cumplir con el periodo de cuatro años de su mandato al frente del país.

El FMI es recordado en la tercera mayor economía de Latinoamérica como el 'escudo' de Domingo Cavallo, el último ministro de Hacienda antes del famoso 'default económico argentino'. El organismo internacional impuso entonces una serie de condiciones fiscales que permitieron al país salir de esta situación, aunque para los ciudadanos quedó como un signo de austeridad y restricción fiscal, siendo además vilipendiado por muchos sectores.

No obstante, para el director global de sistemas de información de renta fija emergente de Allianz Global Investors (Allianz GI), Gregorio Saichin, lograr que el FMI proporcione a Argentina una línea de crédito flexible (FCL) o una línea de precaución y liquidez (PLL) es la opción más lógica que Macri podría haber tomado para recuperar la confianza en su economía ante tal situación de shock.

Tras haber agotado sus herramientas políticas y verbales, acudir al FMI como último recurso podría permitir normalizar la situación. "Supongo que los cálculos de Macri le dan un año para estabilizar la situación antes de presentarse a un segundo mandato en las elecciones de 2019", señala Saichin.

En el escenario actual, con un aumento de los costes de financiación, las políticas proteccionistas y el aumento del precio del petróleo, el sentimiento de inversión se está viendo perjudicado seriamente, ya que Argentina no está preparada para hacer frente a una retracción de flujos de capital.

"En gran medida, la solicitud de una línea de crédito del FMI es el siguiente paso más lógico para coger fuerza", asevera el experto. Macri reemplazó a Cristina Kirchner en 2015, cuando heredó un país con unas lecturas de inflación por encima del 30%, un elevado déficit debido a la gran cantidad de subsidios o la existencia de aranceles a la exportación de productos agrícolas, el 'motor' de las exportaciones argentinas.

Cuando Macri asumió la presidencia se propuso eliminar todas estas distorsiones y cambiar el marco institucional del país, eliminó los impuestos a la exportación, devolvió al Banco Central de la República de Argentina (BCRA) su independencia para fijar las medidas de política monetaria e inició una serie de reformas fiscales, laborales y de pensiones.

Ahora, además de pedir un rescate al organismo presidido por Christine Lagarde, Saichin considera que el Gobierno también podría intentar ampliar su red tributaria y buscar una mayor eficiencia para reducir sus gastos. "La solución debe provenir de una combinación de herramientas a corto plazo y políticas estructurales que se ocupen de la reducción del déficit y de estimular el crecimiento", subraya el analista.

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