Actualizado 22/01/2007 17:16

RSC.- AI reclama a la UE más control en el tráfico de diamantes para evitar conflictos en los países de origen


MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) reclamó hoy a la UE que, en calidad de Presidencia temporal del denominado 'Proceso Kimberley', fortalezca los métodos de control y vigilancia para evitar que el comercio mundial de diamantes genere y financie conflictos en los países de origen, particularmente en África.

En una carta dirigida a la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, la organización defensora de los Derechos Humanos denunció que, a pesar del sistema de certificación del 'Proceso Kimberley' para eliminar guerras por este motivo, "el comercio de diamantes no se ha reforzado lo suficiente y diamantes fruto de conflictos siguen circulando".

AI señala que el sistema de control creado en el marco del Proceso de Kimberley tiene "lagunas" que permiten que se sigan produciendo casos de conflictos ligados a los diamantes, como en Costa de Marfil o en la República Democrática del Congo (RDC).

"Los controles actuales --del Gobierno y la industria-- no son suficientemente fuertes para asegurar que los grupos rebeldes, terroristas y otras redes criminales no utilizan los diamantes para financiar conflictos", señala AI en su carta a la comisaria y advierte de que "si no se fortalece este sistema, el Proceso de Kimberley no podrá evitar nuevos conflictos en algunas partes de África".

Precisamente, éste es el argumento de la película 'Diamantes de sangre' que Ferrero-Waldner presentará mañana en el pase privado que tendrá lugar en Bruselas un día antes de su estreno en los cines de Bélgica, para concienciar de los problemas que puede crear el tráfico de diamantes sin control.

El 'Proceso Kimberley' nació en mayo de 2000 de las discusiones entre Gobiernos, organizaciones no gubernamentales y fabricantes para buscar soluciones prácticas al problema de los diamantes de la guerra.

Dos años después, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución de apoyo para crear un sistema internacional de certificación de diamantes en bruto que cuenta con 47 participantes que representan a 71 países. El certificado impone exigencias muy estrictas al conjunto de participantes para controlar todas las importaciones y exportaciones e impedir a los diamantes de la guerra el acceso a los cauces de comercio legal

Antes del inicio de su presidencia del 'Proceso Kimberley', el pasado mes de diciembre la Comisión Europea se comprometió a reforzar la lucha contra los "diamantes de la guerra".

Sin embargo, AI citó este lunes datos de la ONU para denunciar el contrabando de "diamantes de sangre" de Costa de Marfil por valor de unos 23 millones de dólares a través de las fronteras de Ghana y Mali y desde allí a los mercados internacionales. Asimismo, la organización afirma que en la República Democrática del Congo (RDC) "continúan la violencia y los abusos de derechos humanos por el control de las minas de diamantes".

AI se refiere al "brutal conflicto" en Sierra Leona como la prueba de que "incluso una pequeña cantidad de diamantes conflictivos pueden provocar enormes estragos en un país" y asegura que 2007 será un "año crítico" para el Proceso de Kimberley, para mejorar la vigilancia sobre la industria del diamante.

Para ello, la organización traslada a Ferrero-Waldner algunas ideas sobre las acciones que debería emprender la UE como presidencia del Proceso de Kimberley.

En primer lugar, reclama a "todos los sectores" de esta industria que pongan en marcha un "sistema significativo de comercio de diamantes" para "rastrear" el camino que hacen estas gemas "desde las minas a la tienda". AI subraya también la importancia de que las compañías de diamantes se doten de "políticas de origen transparentes y responsables" y de un "sistema independiente de verificación de garantías".

Por otra parte, AI pidió a la UE que tomen como "una prioridad para 2007" la creación un sistema de vigilancia en la industria y una mejora de la exactitud de las estadísticas sobre diamantes de la Comisión.

En último término, señala la importancia de que el Proceso de Kimberley esté dotado de una "financiación adecuada" para "promover efectivamente su aplicación".