MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director de la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés), Stephen L. Johnson, comunicó esta semana que este organismo cuenta con un presupuesto de 7.200 millones de dólares (algo más de 5.500 millones de euros) para el próximo año fiscal.
Después de 36 años trabajando a favor del Medio Ambiente, Johnson destacó que este presupuesto se destinará, principalmente, a captar nuevos socios --actualmente existen cerca de 300-- e impulsar la difusión de la denominada 'cultura verde'.
"A medida que nuestra nación adquiere una 'cultura verde', los estadounidenses se darán cuenta de que la responsabilidad ambiental es responsabilidad de todos" afirmó el director de la EPA.
El plan presupuestario de 2008 estipula que 549 millones de dólares (422 millones de euros) se destinarán a la aplicación "eficaz" de las leyes ambientales, la mayor cifra destinada hasta la fecha en este concepto.
El presupuesto también se destinará a restaurar, mejorar y proteger cuatro importantes zonas acuáticas del país: la Bahía de Chesapeake (2 millones de dólares --1,5 millones de euros--), Pudget Sound (un millón de dólares --más de 700.000 euros--), el Golfo de México (4,5 millones de dólares --3,4 millones de euros--) y los Grandes Lagos (56,8 millones --más de 43 millones de euros--).
Además, se destinarán 687,5 millones de dólares (cerca de 530 millones de euros) para la limpieza de las aguas y 842,2 millones de dólares (648 millones de euros) en subvenciones de agua potable.
Por otro lado, se destinarán 117,9 millones de dólares (90,7 millones de euros) para combatir el cambio climático ya que la EPA pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 18% para el año 2012. Asimismo, programas de ahorro energético como el 'Energy Star' recibirán 44 millones de dólares (algo más de 33 millones de euros).
El presupuesto también contempla que 35 millones de dólares (casi 27 millones de euros) se destinarán a la promoción de biocombustibles; 7,5 millones (5,7 millones de euros) a la investigación de las sustancias contaminantes del aire; y 1,6 millones (1,2 millones de euros) para identificar las sustancias tóxicas existentes en el entorno laboral, entre otras medidas.
