Actualizado 23/01/2007 17:16

RSC.- La Haya determina que los bloqueos por las crisis de las papeleras no causan "daños irreparables" a Uruguay


MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, emitió hoy un fallo en el que determina que los bloqueos que realizan los vecinos de la ciudad argentina de Gualeguaychú por la crisis de las papeleras "no causan daños irreparables" a Uruguay, por lo que no aceptó la medida cautelar solicitada por el Gobierno de Montevideo.

"El bloqueo no causa daños irreparables" a Uruguay, afirmó la presidenta de la Corte, Rosalyn Higgins, al leer los fundamentos del rechazo a las tres medidas cautelares presentadas por Uruguay en reclamo por los cortes de ruta en los puentes internacionales, en declaraciones ampliamente recogidas por la prensa de Buenos Aires.

Asimismo, tras considerar que los bloqueos de carreteras no causan daños "irreparables", y en contra de casi todos los pronósticos el fallo del tribunal consideró que "no hay urgencia para las medidas que solicita el Gobierno de Uruguay", en una decisión que ha sido apoyada por 14 votos a favor y uno en contra.

La magistrada expresó que el tribunal no está convencido de que los bloqueos provoquen un riesgo inminente o daños irreparables, como había argumentado Uruguay, al presentar una medida cautelar para que se obligue a Argentina a actuar para que se levanten las protestas de ambientalistas en Entre Ríos.

El 28 de noviembre pasado, Montevideo había presentado ante la Corte de La Haya una demanda contra Argentina para conseguir que el tribunal ordenara el fin de estos bloqueos, al considerar que "agravaban" el conflicto que enfrenta a ambos países por las planta de celulosa que instala la empresa finlandesa Botnia en Fray Bentos.

Las relaciones entre Uruguay y Argentina se encuentran deterioradas a raíz de la instalación de dos plantas de celulosa de papel en la orilla oriental del Río Uruguay, un conflicto vigente desde hace casi dos años. Una de las plantas pertenece a la compañía finlandesa Botnia y la otra a la española ENCE. Sin embargo, esta última ya ha decidido cambiar de lugar su instalación y construir la planta en otra ubicación ante las continuas protestas de algunas comunidades locales de la zona y especialmente de las asociaciones ecologistas argentinas.

Las posturas enfrentadas de ambos países sostienen que estas industrias son muy contaminantes --postura argentina-- o que por el contrario, supondrán un gran avance económico --postura de Uruguay. El caso se está dirimiendo, entre otros organismos, en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que ya dio un primer fallo favorable a Uruguay.