Actualizado 01/09/2006 15:50

RSC.- Recta final del juicio contra la multinacional minera estadounidense Newmont por contaminación en Indonesia


MADRID, 1 Sep. (EP/AP) -

Los cinco ejecutivos de la filial local de la empresa estadounidense Newmont, el primer productor mundial de oro, desmintieron las acusaciones del Gobierno indonesio de violar las leyes medioambientales al verter toxinas en la Bahía Buyat (en la isla de Sulawesi), donde operó una explotación entre 1996 y 2002.

Los ejecutivos --que se enfrentan a penas de hasta diez años de cárcel-- hicieron estas declaraciones en la recta final del juicio, que comenzó hace un año.

Los implicados explicaron que los vertidos de la empresa se ajustan a los niveles permitidos, situándose en un 10% de mercurio y un 7% de arsénico. El análisis del agua está demorando el dictamen final, que las organizaciones ecologistas esperan con gran expectación.

El pasado noviembre, un panel científico del Gobierno indonesio emitió un informe en el que confirmaba la contaminación de los sedimentos de la bahía con estos compuestos, y desvelaba que el nivel de arsénico en los peces --fuente de alimentación de la población local-- los hace "peligrosos para el consumo". No obstante, determinó que la calidad del agua se sitúa en los estándares nacionales. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como varios grupos independientes afirman que los agentes contaminadores se encuentran dentro de los niveles normales.

La mina de oro fue cerrada el pasado agosto, fecha en la que los habitantes de la zona presentaron ante los tribunales una demanda por 54 millones de dólares (40 millones de euros) asegurando que los residuos generados por las operaciones han provocado "graves enfermedades" en la población --incluyendo la muerte de una mujer y su hijo-- y la ruina de la actividad pesquera. Sin embargo, posteriormente, los afectados confesaron que habían fingido su enfermedad.

Para Newmont, la resolución de esta demanda es esencial para la continuidad de sus operaciones en el país, sobre todo de la rentable mina de oro y cobre que posee en la isla de Sumbawa.