Actualizado 08/03/2007 19:41

RSC.- La Secretaría de Medio Ambiente argentina aplaude la recuperación del 90% del cianuro en la mina Cerro Vanguardia

ONG ecologistas locales creen sin embargo que es apenas una pequeña mejora en el cóctel contaminante que utiliza la minería a gran escala


MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina, Romina Picolotti, viajó recientemente a la provincia de Santa Cruz --de la que es oriundo el presidente Néstor Kirchner-- para conocer de cerca el proyecto minero Cerro Vanguardia, del que valoró "muy positivamente" su método de recuperación del cianuro gracias al que la empresa dice recuperar y reciclar hasta el 90% del cianuro que emite en sus procesos.

En este sentido, Picolotti aprovechó la visita para recordar los beneficios impositivos, arancelarios y territoriales que ya tiene esta actividad en el país y ofrecer "una línea de crédito muy blanda para aquellas empresas que incorporen a sus procesos una mejora destacada en relación al Medio Ambiente".

Pese a la preocupación medioambiental de esta compañía, grupos ecologistas argentinos que estudian los impactos químicos de la actividad minera en el entorno, como la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel, aseguran que "aún en el mejor de los casos de óptimo funcionamiento y recuperación del 90% del cianuro, si usaran diariamente --por ejemplo-- diez toneladas de cianuro, estamos hablando de que subsiste todavía una tonelada que no se recupera, y eso sigue siendo una cantidad enorme".

"Tampoco aclara Picolotti qué tipo de cianuro se recupera", señalan en este sentido dos portavoces de este grupo a la prensa local, Silvia González y Marta Sahores, "porque la química del cianuro es muy compleja, e incluye numerosas formas: cianuro disociable ácido débil (WAD), cianuro libre, cianuro total, el cianato, el tiocianato, los cianógenos o los complejos fuertes de metal-cianuro".

Ambas expertas advierten también de que este gesto "es apenas una pequeña mejora, de un sólo aspecto, en el 'cóctel contaminante' que utiliza la minería a gran escala", porque "nada se dice de la molienda de la cantidad enorme de rocas que da como resultado la generación de drenajes ácidos y de la movilización de metales pesados, que son aspectos altamente contaminantes para los cursos de agua superficiales o subterráneos", opinan.

Incluso, dicen, "llama la atención que Pocolotti justifique una actividad abiertamente no sostenible como es la minería, solamente por videos institucionales y afirmaciones de la empresa, sin tomar en consideración opiniones externas cualificadas y estudios científicos que lo avalen".

Las mineras y los funcionarios que las respaldan "tampoco mencionan las toneladas de explosivos --con sus respectivos residuos-- que se necesitan diariamente, y ni las enormes cantidades de agua que requiere el proceso, como si el único problema ambiental de la minería a gran escala fuera el cianuro".

"Los daños ambientales más graves son los que se detectan al final de la explotación y después del cierre de una mina, como demuestran las numerosas denuncias de los habitantes de los lugares afectados, en diversas partes del mundo", afirman González y Sahores. Cuando las empresas ya no están, "los pobladores y el Estado deben hacerse cargo del desastre como puedan".

Las dos especialistas realizaron múltiples trabajos de postgrado universitario sobre estos aspectos durante los años 2002 y 2003 en barrios y escuelas de Esquel y la región. Por estos estudios merecieron el aval del Consejo Superior de la Universidad Nacional de la Patagonia que señaló que "ejerciendo sus convicciones y su responsabilidad universitaria han expuesto públicamente su pensamiento con relación a la explotación minera, basándose en amplios y reconocidos criterios de sostenibilidad".