Actualizado 14/02/2006 12:30

RSC.-El sector de la construcción "es muy conservador" y es difícil que cambie en materia de sostenibilidad, según iiSBE

Apuesta por crear programas de educación "para hacer a los consumidores y profesionales más conscientes de la causa y el efecto"


SORIA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El arquitecto y director general de la Iniciativa Internacional para la Construcción Ambientalmente Sostenible (Internacional Iniciative for a Sustainable Built Environment, iiSBE), Nils Larsson, advirtió de la actitud "conservadora" de esta industria y su dificultad para hacer que cambie en relación con las prácticas sostenibles, según se desprendió de su intervención en el Foro Soria 21 que hoy se clausura en la ciudad castellanoleonesa y que desde ayer ha reunido en su sexta edición a expertos del mundo empresarial y académico para discutir sobre las infraestructuras y el desarrollo sostenible.

A lo largo de la presentación de 'Una estrategia ante el cambio climático para el sector de la edificación', Larsson, que dirige esta organización internacional sin ánimo de lucro que trabaja para guiar a la industria internacional de la construcción hacia prácticas de edificación sostenible, recordó que se prevé que la temperatura global media de la superficie terrestre "se incremente en este siglo entre 1,4 y 5,8 °C".

Precisamente, y en relación a qué rol juega el sector de la edificación en cuanto al fenómeno del calentamiento global, Larsson apuntó que en países como Canadá, en 2001, "el sector de la edificación fue el responsable del 28,7% de las emisiones de gases de efecto invernadero totales", asegurando que "el peso del sector de la edificación es por tanto muy significativo". "Tanto en el sector de la industria (materiales) como en el del transporte (desplazamientos), se incluyen impactos causados directamente por la localización o el diseño de los edificios", agregó.

De este modo, --añadió--, "el sector de la edificación es probablemente el más significativo de todos los sectores en cuanto a este fenómeno, alcanzando el 35% o más de las emisiones generadas". Debido precisamente a esta reticencia al cambio de prácticas en el sector, Larsson aseguró que, en relación a los edificios 'sostenibles' que existen en la actualidad, "la mayoría de ellos son prototipos".

En este sentido, apostó por desarrollar procesos y métodos de diseño integrados y por la evaluación y certificación del comportamiento de los edificios, trabajando por "una rápida adopción de regulaciones y estándares del comportamiento energético y medioambiental de éstos".

Asimismo, se refirió a la implantación de impuestos sobre el carbono, para reducir el uso de combustibles y productos consumidores de combustibles fósiles, una planificación eficiente y ordenada de la construcción, enfatizando los desarrollos de usos mixtos localizados cerca de paradas de transporte público, y centrándose en las características de edificios comunes de uso diario, "que probablemente constituyen el 95% del stock, más que centrarse en edificios singulares y de gran interés".

Además, abogó por "poner más énfasis en la renovación y rehabilitación de áreas residenciales existentes y sus unidades de vivienda", y por "establecer grupos de acción para la edificación sostenible sin ánimo de lucro, para generar un intercambio de conocimiento entre diversas disciplinas y posibles grupos inversores interesados que les comprometan en una acción conjunta".

Larsson también propuso llevar a cabo programas de educación y de formación, "para hacer a los consumidores, profesionales y políticos más conscientes de las relaciones entre causa y efecto, ayudar a los proyectistas para que mejoren sus capacidades y conocimientos mediante la adopción del proceso del plan integrado de diseño y adoptar evaluaciones y sistemas de etiquetados del comportamiento del edificio".

CIFRAS PREOCUPANTES

Según el director de esta organización, responsable de la dirección internacional del Green Building Challenge y que desarrolla sus sistemas de evaluación sobre cambio climático, recursos y edificios, "la previsión del calentamiento es mucho mayor que los cambios observados durante el siglo XX y es muy probable que no haya precedentes en, al menos, los últimos 10.000 años".

Asimismo, señaló que, según sus datos, está previsto que, de media, "el nivel del mar haya subido entre 0,09 y 0,88 metros desde 1990 y hasta 2100". "La temperatura global de la superficie aumenta y sube el nivel del mar debido al aumento de la temperatura del océano, que se prevé que continúe durante cientos de años tras la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero, incluso en los niveles actuales", explicó.

A su juicio, y para determinados fenómenos climatológicos extremos, "los modelos climáticos actuales no tienen el detalle requerido para hacer previsiones seguras". "Los fenómenos a pequeña escala, como las tormentas, tornados, granizo y descargas eléctricas, no se simulan en los modelos climáticos", concluyó.