Éstas se degradan naturalmente para convertirse en agua, dióxido de carbono, y biomasa, elementos inofensivos para el Medio Ambiente
MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Desde esta semana los supermercados Jumbo y Sodimac en Chile incorporarán en las bolsas de plástico que distribuirán a sus clientes una nueva tecnología punta que las hará biodegradables y ecológicas.
Según ambas distribuidoras, la contaminación que se genera por el uso de bolsas plásticas en el sector "no es menor", dado que al año los comercios distribuyen a sus clientes cerca de 3.000 millones de unidades, muchas de las cuales terminan como desechos con el consecuente impacto negativo en el Medio Ambiente. "No se debe olvidar que cada bolsa de plástico tarda cientos de años en degradarse", explican.
La principal característica de estas nuevas bolsas que Sodimac distribuye en sus tiendas es que se degradan en el entorno en sólo ocho meses, con lo que se disminuyen drásticamente los efectos de contaminación que se generan actualmente.
Lo que permite que estas bolsas sea amigable con el Medio Ambiente es una tecnología producto de más de dos años de investigación en Canadá, donde la empresa EPI --representada en Chile por ECOPACK-- se encargó del desarrollo y logró, mediante la introducción de un aditivo especial, la fabricación de este producto que desde ahora Sodimac entrega a sus clientes.
Pese al mayor coste que tienen estas bolsas, "esto no afectará en nada a los clientes, dado que todo el valor es asumido por la empresa y no incidirá en los precios", señaló en este sentido la compañía, que consideró que este gesto "es sólo una muestra más de la responsabilidad que en Sodimac tenemos respecto al cuidado del Medio Ambiente y de la salud de las personas", afirmó el gerente general de Sodimac Chile, Eduardo Mizón.
La empresa invitó a otras empresas de distribución a sumarse a esta iniciativa, puesto que el sector distribuye al año más de 3.000 millones de bolsas plásticas.
La iniciativa, implantada también por Jumbo en sus 22 locales de Chile, permite que, una vez desechadas, los 120 millones de bolsas que entrega a los clientes anualmente puedan degradarse naturalmente para convertirse en agua, dióxido de carbono, y biomasa, elementos inofensivos para el Medio Ambiente. En el caso de Jumbo, las nuevas bolsas tampoco tendrán coste alguno para los clientes.
La biodegradación de las bolsas de polietileno de Jumbo se produce gracias al uso de un aditivo en la fabricación de las mismas sin alterar las propiedades básicas de resistencia e higiene de las bolsas. Este aditivo fragiliza las cadenas moleculares del plástico y lo convierte en material sensible a la luz solar, humedad, tensión mecánica y temperatura, transformándolo en una sustancia digerible por los microorganismos.
Gracias a esta degradación natural, las nuevas bolsas de Jumbo tardarán aproximadamente dos años en desaparecer, tranformándose en este caso en relleno sanitario y en compost, lo cual contrasta con los más de 200 años que lleva el proceso en el caso de las bolsas convencionales. El aditivo cuenta además con las certificaciones internacionales que avalan las propiedades higiénicas aptas para su contacto con alimentos.
Estas nuevas bolsas forman parte del programa 'Por una mejor calidad de Vida' de Jumbo, en el marco del que ya se han desarrollado otra serie de iniciativas, como el proyecto 'Cinco es vida', el reciclaje de cartones, papeles y plásticos, las certificaciones internacionales de la calidad de sus procesos productivos y operacionales, y diversos proyectos que buscan disminuir el consumo del material de embalaje.
En palabras del gerente de la División de Supermercados de Cencosud, propietaria de Jumbo, Thomas Keller, "la incorporación de las bolsas biodegradables permitirá a nuestros clientes contribuir directamente al cuidado del Medio Ambiente y refleja el compromiso permanente de Jumbo con una mejor calidad de vida". "Esta iniciativa complementa de manera importante los esfuerzos que realizamos en el ámbito del reciclaje", añadió.
