RSC.- Uruguay considera "viable" el plan de 'zona verde' propuesto por España en la crisis de las papeleras

Actualizado: jueves, 3 mayo 2007 10:53


BUENOS AIRES, 3 May. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Uruguay, que hasta ahora había evitado un pronunciamiento público sobre la fórmula propuesta por las autoridades españolas para solucionar el conflicto de la instalación de plantas papeleras en el fronterizo y compartido Río Uruguay, comienza a realizar gestos positivos hacia el plan de la 'zona verde'.

El ministro de Asuntos Exteriores uruguayo, Reinaldo Gargano, que en un primer momento calificó de "invento" la propuesta, admitió ayer que esta idea está siendo tomada en consideración. "Es un camino posible", afirmó en declaraciones recogidas por el diario argentino 'La Nación'.

El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, quien se encuentra de gira por los países árabes, aún no se ha pronunciado sobre esta iniciativa. Fuentes oficiales aclararon que "la línea de Tabaré es mantener silencio" para no entorpecer las conversaciones con Argentina y con la representación de la corona española.

No obstante, fuentes de su Gobierno coincidieron con Gargano en el sentido de que la idea de la 'zona verde' va ganando espacio en la Administración uruguaya.

La fórmula de un área protegida que rodearía a las polémicas plantas de pasta celulosa que pretende instalar la empresa finlandesa Botnia puede ser vista por el Gobierno de Montevideo como una solución favorable a su postura, siempre que se asegure la liberación del tránsito en los puentes binacionales (cortados desde hace meses por los activistas de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú).

"Estamos convencidos de que en la planta se cumplirá con todos los requisitos de control ambiental y que no se generará la contaminación que temen en Gualeguaychú, por lo tanto no hay problema para admitir un control especial en la zona que dé garantías a todos", fue lo que transmitieron a 'La Nación' fuentes cercanas al Gobierno de Montevideo.

Las relaciones entre Uruguay y Argentina se encuentran deterioradas a raíz de la instalación de dos plantas de celulosa de papel en la orilla oriental del Río Uruguay, un conflicto vigente desde hace casi dos años. Una de las plantas pertenece a la compañía finlandesa Botnia y la otra a la española ENCE.

Sin embargo, esta última ya ha decidido cambiar de lugar su instalación y construir la planta en otra ubicación ante las continuas protestas de algunas comunidades locales de la zona y especialmente de las asociaciones ecologistas argentinas.

Las posturas enfrentadas de ambos países sostienen que estas industrias son muy contaminantes --postura argentina-- o que por el contrario, supondrán un gran avance económico --postura de Uruguay.