Bosch espera que el nuevo Gobierno traiga estabilidad política y económica para seguir realizando inversiones

Prototipo de un vehículo lanzadera de Bosch
Prototipo de un vehículo lanzadera de Bosch - BOSCH - Archivo
Publicado: miércoles, 8 enero 2020 18:03


Afirma que el negocio de recambios para motores diésel es el que "peor se ha comportado" como consecuencia de su "criminalización"

MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

La dirección de Bosch España ha trasladado su deseo de que el nuevo Gobierno consiga retomar la estabilidad política y económica necesaria para seguir acometiendo inversiones en el país, al considerar que la situación política de inestabilidad vivida en los últimos meses "no ayuda" a la toma de decisiones corporativas.

Así la ha declarado el presidente de la compañía en España y Portugal, Javier González, en un encuentro con la prensa, en el que ha detallado todos los nuevos productos que la empresa ha presentado en la última Feria de Electrónica de Consumo de Las Vegas.

El presidente de la filial de la firma alemana en España y Portugal se ha referido a la actual situación política en España, destacando que tendrá que haber "amplios acuerdos" en el Congreso, aunque siempre "dentro del ámbito legal, en este caso la Constitución", sobre todo "con tanto grupo parlamentario".

La empresa cuenta actualmente con alrededor de 800 trabajadores en Cataluña de los cerca de 9.000 que tiene en el conjunto del país, por lo que insta "al mayor diálogo posible para intentar solucionar el problema en Cataluña".

No obstante, y pese a que la compañía no ha querido anticipar ninguna previsión económica respecto a las cifras de cierre de año ni las expectativas para el próximo ejercicio, González ha señalado que la actividad en la región se ha mantenido e, incluso, vivió la apertura de un centro de desarrollo en Barcelona.

POCA CLARIDAD SOBRE EL FUTURO DEL DIÉSEL

Donde si ha notado una merma del negocio es en la fabricación de recambios destinados a los coches de motor diésel, la actividad que "peor se ha comportado" como consecuencia de la incertidumbre y la poca claridad en lo que concierne al futuro de este tipo de combustión interna.

A pesar de lo que considera una "criminalización" del diésel en el país, la compañía continúa invirtiendo a un ritmo de entre el 10% y el 15% de las inversiones en la optimización de los motores de combustión, sobre todo del diésel.

La decisión de la compañía se basa en la previsión de que, aún en 2025, el 75% del parque de vehículos seguirá siendo de combustión, con tan solo el 25% restante electrificados, por lo que considera que todavía "hay que seguir optimizando" la eficiencia de estos motores.

NO FABRICARÁ BATERÍAS

En esta línea, la compañía ha desechado la opción de convertirse en un fabricante de baterías, dado el volumen de inversión necesario y la incertidumbre que todavía rodea al futuro de los vehículos eléctricos.

En concreto, la compañía ha estudiado que serían necesarios hasta 20.000 millones de euros de inversión para convertirse en uno de los tres primeros comercializadores de baterías del mundo, con al menos un 15% de cuota de mercado.

Asimismo, respecto al futuro de los vehículos eléctricos, Bosch estima que serían necesarias entre 250.000 y 300.000 estaciones de recarga eléctrica en España, lo que se une a la concentración de vehículos en periodos de alta demanda coincidentes con las vacaciones y con grandes flujos de tráfico en las carreteras.

Otro de los negocios que la compañía ha decidido paralizar es el de motos compartidas, que comercializaba bajo la marca Coup, para centrarse en continuar proveyendo de tecnología a los servicios de movilidad a largo plazo.

INCERTIDUMBRE INTERNACIONAL

Al margen de la inestabilidad política a nivel interno, que el presidente de Bosch en España y Portugal espera que no termine por cronificarse, también ha aludido al resto de retos a nivel internacional.

Por ejemplo, ha apuntado a la "ralentización económica" vivida en el último año, así como a las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China o a la devaluación de la lira en Turquía, un mercado "importante" para la compañía.

De la misma forma, González cree que la nueva normativa de la UE sobre emisiones de dióxido de carbono (CO2) conjuntas de las distintas marcas de automóviles hará de 2020 un año "complicado" y de "incertidumbre" ante la "difícil previsión de costes".