-- Se lanza la campaña Advanced Energy for Life para crear concienciación y apoyo para terminar con la "crisis medioambiental y humana número uno del mundo" de la pobreza energética global
ST. LOUIS, 27 de febrero de 2014 /PRNewswire/ -- Clasificando la pobreza energética global como la crisis humana y ambiental número uno en todo el mundo, Peabody Energy lanzó hoy una campaña mundial completa dirigida a aumentar la concienciación y el apoyo para eliminar la pobreza energética, aumentar el acceso a la electricidad de bajo coste y mejorar además las emisiones por medio de las avanzadas tecnologías de carbón limpio.
La campaña "Advanced Energy for Life" trabajará de cara a formar y movilizar a los líderes mundiales, las organizaciones multinacionales, una amplia gama de instituciones y accionistas y a las personas en general, en torno a:
1. Poner fin a la crisis de pobreza energética global, que afecta a la
mitad de la población del mundo y produce impactos paralizantes para la
salud humana, estándares de vida y daña al medio ambiente;
2. Impulsar políticas y acciones de apoyo que amplíen el acceso a una
energía fiable y de bajo coste - sobre todo las avanzadas tecnologías
de carbón actuales - a fin de prolongar las vidas, desarrollar las
economías y mejorar los ambientes, tanto naturales como de puertas
adentro; y
3. Emplear las tecnologías avanzadas actuales para reducir emisiones clave
de las centrales de energía. A un plazo más largo, conseguir un
desarrollo superior de las tecnologías de siguiente generación y del
marco normativo, con el objetivo de capturar, utilizar y almacenar las
emisiones de dióxido de carbono.
"Hace más de una década, los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas llamaban a una rápida reducción a la mitad de la pobreza extrema mundial para el año 2015 y, medio siglo atrás, el presidente Johnson de los Estados Unidos declaraba la guerra a la pobreza", explicó el presidente y consejero delegado de Peabody Energy, Gregory H. Boyce. "Sin embargo, en la actualidad 3.500 millones de personas en todo el mundo carecen de un acceso adecuado a la energía y cada año más de 4 millones de personas mueren innecesariamente a causa de los efectos de la pobreza energética. Tenemos las tecnologías y los recursos globales para poner fin a esta crisis. Todos nosotros debemos trabajar juntos para buscar soluciones realistas".
La necesidad de energía moderna es enorme. La mitad de la población mundial de 7.000 millones de personas carece de un acceso adecuado a la energía, incluyendo 1.200 millones de niños, según los datos mostrados por la International Energy Agency y el Banco Mundial. Se estima que la contaminación del aire al interior de las viviendas, como consecuencia de los incendios, es la cuarta causa principal de muerte en todo el mundo, y produce la impresionante cifra de 100 millones de años de vida que se pierden en forma prematura, según los años de vida ajustados por discapacidad (DALY), una métrica establecida por la Organización Mundial de la Salud. Cada DALY representa un año de vida saludable que se pierde a causa de enfermedad.
"Estas estadísticas abrumadoras demuestran que la pobreza energética es la auténtica crisis humana y medioambiental a la que se enfrenta el mundo actual", indicó Boyce. "La mayor crisis a la que nos enfrentamos no es una crisis medioambiental predicha por modelos informáticos, sino una crisis humana que está completamente dentro de nuestra capacidad de resolución. Durante mucho tiempo hemos estado enfocados en las prioridades equivocadas".
También las tendencias demográficas a largo plazo se encargan de dar un impulso a la necesidad de energía asequible. La población del mundo aumenta cada día en más de 200.000 personas. Y está previsto que las áreas urbanas crecerán anualmente en más de 70 millones de personas de aquí al año 2020, según las estimaciones del United Nations Department of Economic and Social Affairs.
En cualquier plan de acción para poner fin la pobreza energética global y aumentar el acceso a la electricidad de bajo coste son necesarias todas las formas de energía. El carbón es la fuente de energía más abundante en el planeta, además del combustible principal de más rápido crecimiento. Y se espera que en los próximos años el carbón supere al petróleo como la mayor fuente de energía, según han indicado la International Energy Agency y otros analistas. Así, el carbón desempeña un papel especial en la guerra para poner fin a la pobreza energética global y poder aumentar el acceso a la electricidad de bajo coste, al tiempo que se utilizan las tecnologías avanzadas actuales para mejorar las emisiones. El carbón resulta clave para la salud y el bienestar humano, junto con un medio ambiente limpio.
"El carbón es una solución ambiental fundamental cuando se convierte en electricidad y gas natural sintético a gran escala", explicó Boyce. "La electricidad generada por el carbón y el gas natural sintético consigue eliminar la deforestación generalizada procedente de la recolección de biomasa, además de los devastadores efectos de la pobreza energética". Aparte, el carbón es el único combustible del futuro, en base a su densidad, disponibilidad y beneficios en los costes.
"La obsesión de algunos para reducir el uso del carbón y hacer que la energía sea escasa y cara es insostenible, perjudica a la gente y daña al medio ambiente", comentó Boyce. "Necesitamos reconocer los enormes beneficios sanitarios y ambientales de terminar con la pobreza energética, eliminando la contaminación del aire doméstico y ampliando además el acceso a la electricidad de bajo coste. Todas las personas del planeta merecen vivir tan bien como los habitantes de los países desarrollados. Usemos más energía, de un modo más limpio, todos los días".
La fortaleza del carbón para cumplir con estas necesidades queda demostrada en todo el mundo:
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