BRUSELAS, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, anunció aayer
que diez de los países candidatos cumplen ya los criterios políticos,
económicos y relativos al acervo comunitario para su entrada a la
Unión Europea a comienzos de 2004. Prodi, que informó a la cámara
del resultado de los informes de evaluación de cada uno de los
estados, aseguró que a la luz de los progresos realizados Chipre,
Malta, República Checa, Estonia, Eslovaquia, Hungría, Lituania,
Letonia, Eslovenia, Polonia estarán en condiciones de firmar los
Tratados de adhesión en la primavera de 2003.
"Teniendo en cuenta los progresos realizados por estos países, su
respeto a los compromisos adquiridos y los preparativos en curso, la
Comisión estima que están en medida de satisfacer los criterios
económicos, así como los criterios relativos al acervo y están listos
para la adhesión a comienzos de 2004", dijo el presidente de la
Comisión.
Prodi subrayó las tres ventajas principales de la ampliación:
"Estabilidad para Europa, unificación de un continente dividido
artificialmente por la historia y creación del mayor mercado interior
del mundo". "Hace sólo 13 años, Berlín estaba todavía dividido por el
muro de la vergüenza", y (...) "gracias a la reconquista de la
libertad, hemos reencontrado la unidad histórica entre los pueblos de
Europa", afirmó.
"Nuestro destino común es de nuevo el de crear juntos un futuro
fundado en valores fundamentales compartidos: la paz, la democracia,
el Estado de derecho, el respeto de los Derechos Humanos y la
protección de las minorías", proclamó Prodi.
El presidente de la Comisión destacó además el camino recorrido
desde 1993, cuando los Quince dieron por primera vez a los países del
Este un horizonte dentro de la Unión. Resaltó las decenas de
elecciones democráticas y transparentes que se han celebrado, las
miles de leyes y reglamentos aprobados para dar vida a las nuevas
democracias, las decenas de funcionarios y jueces formados para poder
trabajar con instituciones fuertes.
En su informe, la Comisión considera a su vez que deberán seguir
realizando progresos Bulgaria y Rumanía con el fin de que puedan
entrar a la Unión en 2007. "La Comisión hará todo lo necesario para
alcanzar este objetivo", indicó Prodi.
Respecto a Turquía, destacó que gracias a la reforma
constitucional y a una serie de paquetes legislativos, este país ha
realizado grandes progresos en relación a los criterios de
Copenhague, aunque "todavía resta un esfuerzo suplementario". Para
ayudar a este país, la Comisión recomienda que la UE duplique los
recursos acordados e intensifique el apoyo a los preparativos de
preadhesión de Turquía. Para ello propondrá un partenariado de
preadhesión modificado y reforzará el proceso de evaluación de la
legislación.
Desde el punto de vista económico, el informe del Ejecutivo
destaca que los diez países mejoran progresivamente sus resultados,
ya que su tasa de crecimiento es superior a la de los Estados
miembros, la inflación y el déficit están gestionados y controlados,
las inversiones directivas provenientes del extranjero son
importantes
Prodi destacó que los costes de la ampliación han sido analizados
en detalle y "son compatibles con los recursos disponibles", puesto
que las perspectivas de Berlín hasta 2006 hacen los gastos
"asumibles". En este sentido, destacó el paralelismo que existe entre
esta ampliación y la de España y Portugal en 1985. "Hoy nadie puede
dudar de la oportunidad y la justicia de esta decisión que sin
embargo hizo mucho ruido en la época", subrayó.
"La ampliación es la nueva frontera del proyecto europeo. Dará un
fuerte impulso a los intercambios, las inversiones, la educación y la
investigación así como al crecimiento económico", explicó. "No
obstante", dijo, "no voy a esconder que la adhesión de diez países
conllevará gastos no despreciables a lo largo de los próximos años
que serán sin embargo largamente recompensados en el futuro por las
ventajas que deriven del proceso de consolidación de la ampliación".
Prodi destacó que la ampliación no sólo tiene un valor económico,
sino una importancia sobre todo "ética y política". "La ampliación es
la culminación de la construcción europea. Este proceso que nos ha
dado medio siglo de paz y de prosperidad debe ser extendido al
conjunto del continente", manifestó ante los parlamentarios.
En este sentido, abogó nuevamente porque este espacio geográfico
se convierta en una realidad comprensible para todos los ciudadanos a
través de una Constitución europea. Este texto, dijo, debe garantizar
los derechos de todos los ciudadanos y el papel de los Estados,
"salvaguardar las diversidad culturales y lingüísticas pero que
refuerce la solidaridad", y permitir llevar a cabo la construcción de
una Unión democrática, una verdadera unión de los pueblos y de los
Estados.