Qué hacer con el dinero si te toca el 'gordo': las claves de los expertos para rentabilizar el premio

Imagen en Sevilla de las últimas compras de lotería a pocos días para el Sorteo Extraordinario de Navidad
Imagen en Sevilla de las últimas compras de lotería a pocos días para el Sorteo Extraordinario de Navidad- MARÍA JOSÉ LÓPEZ / EUROPA PRESS
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Actualizado: viernes, 19 diciembre 2025 14:18

MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, la rifa más popular de España organizada por Loterías y Apuestas del Estado, está a la vuelta de la esquina y millones de personas esperan uno de sus codiciados premios.

Este año se celebra el sorteo con un total de 2.772 millones de euros en juego, 70 millones más que en 2024, poniendo a la venta 198 millones de décimos. En caso de resultar agraciado con un premio, surgen dudas habituales sobre cómo sacar el máximo partido al dinero recibido.

¿DE CUÁNTO ES EL PREMIO?

El 'Gordo' de la Navidad, el premio que más ilusión genera, está dotado con 4 millones de euros por serie, por lo que reparte 400.000 euros por décimo o 20.000 euros por cada euro jugado. Además, también se reparte un 'segundo premio' de 1.250.000 la serie (125.000 euros por décimo); y un 'tercer premio' de 500.000 euros la serie (50.000 euros por décimo).

¿CUÁNTO SE LLEVA HACIENDA?

Según la normativa fiscal vigente, Hacienda se quedará con el 20% de los premios que superen los 40.000 euros, por lo que, el que gane el 'gordo' --400.000 euros-- quedará exento de tributar por los primeros 40.000 euros, dejando como base imponible 360.000 euros.

Así, el ganador del 'primer premio' deberá tributar el 20% de esos 360.000 euros, por lo que le quedarían 328.000 euros netos una vez hechas las cuentas con Hacienda, que se quedará con 72.000 euros. Por contra, los que ganen menos de 40.000 euros percibirán esta cuantía en su totalidad, ya que no está sujeta a retención.

Por su parte, los agraciados con el 'segundo premio' pagarán 17.000 euros a Hacienda y percibirán 108.000 euros, y a los ganadores del 'tercer premio' se les descontarán 2.000 euros y el afortunado se llevará 48.000 euros.

¿CUÁL ES EL ERROR MÁS COMÚN?

Alrededor del 70% de los premiados con grandes sorteos de lotería tienen menos dinero cinco años después de haber cobrado el premio, debido a decisiones financieras poco meditadas, según un estudio de la asociación 'European Financial Planning Association' (EFPA).

Por ello, es recomendable planificar las finanzas con calma, pensar a largo plazo y evitar decisiones precipitadas, ya que es habitual dejarse llevar por las emociones, darse caprichos o incluso acabar realizando malas inversiones.

¿CONVIENE AMORTIZAR LA HIPOTECA?

Muchos premiados suelen utilizar el dinero para amortizar anticipadamente la hipoteca. Los expertos de Abante recomiendan hacer un análisis de cada situación particular para evaluar si la rentabilidad que se puede obtener por una inversión es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no interesaría amortizar y convendría más invertir ese dinero.

Asimismo, conviene tener en cuenta que si la vivienda habitual se compró antes de 2013, puede existir una ventaja fiscal en el IRPF: la normativa permite deducirse cada año un 15% de una base máxima de 9.040 euros. Esta deducción solo aplica a quienes ya tenían derecho a ella y la mantienen, por lo que puede no interesar perderla al amortizar totalmente la hipoteca.

¿CÓMO INVERTIR EL PREMIO?

Es habitual mantener el dinero inmóvil en cuentas corrientes, pero es imprescindible tener en cuenta la inflación, ya que con el paso de los años este irá perdiendo poder adquisitivo.

Por ejemplo, 328.000 euros hoy equivaldrían a unos 220.734 euros dentro de 20 años si no se invierten, tomando como referencia un objetivo de inflación del 2% anual del BCE, según cálculos de Abante.

Para evitar esta pérdida, el agraciado debe determinar su objetivo financiero y comparar su patrimonio disponible con el necesario para cumplirlo. Esa brecha marca qué nivel de riesgo puede asumirse y qué tipo de cartera o activos financieros resultan más adecuados según cada situación, teniendo en cuenta las dimensiones personal, financiera, patrimonial y fiscal.

En este contexto, los expertos recomiendan profesionalizar las decisiones de inversión: definir qué porcentaje del premio conviene invertir, qué nivel de riesgo es adecuado y en qué tipo de activos se debe tomar exposición.

LOS TRES BOLSILLOS PATRIMONIALES

Dependiendo de los objetivos financieros del agraciado, Abante destaca tres posibilidades para rentabilizar el dinero agrupando el patrimonio en tres bolsillos principales. Este método divide los ingresos en tres categorías principales con el fin de construir una estrategia a largo plazo:

1. BOLSILLO FINANCIERO

Este bolsillo suele estar formado principalmente por fondos de inversión y planes de pensiones, instrumentos que permiten gestionar el ahorro con una visión global y de largo plazo. En este ámbito, los expertos recomiendan contar con carteras diversificadas por zonas geográficas, sectores y tipos de activos.

Además, si se cuenta con un gran horizonte temporal de inversión, se puede asumir más riesgo con la inversión, lo que hará que el capital final sea mayor. Por ejemplo, si se quiere superar a la inflación en 2 puntos (es decir, conseguir una rentabilidad anual media del 4%), habría que invertir en una cartera con el 50% de la inversión en renta variable.

2. BOLSILLO INMOBILIARIO

Aquí se agrupan los inmuebles que una persona posee tanto para su uso y disfrute como para generar rentas a través del alquiler o la inversión. En España, la compra directa de vivienda es la forma más habitual de participar en este mercado, pero también existen alternativas como los fondos de inversión inmobiliarios o las socimi, que permiten diversificar por tipo de inmueble, ubicación y origen de los ingresos, ampliando así las posibilidades de rentabilidad y control del riesgo.

3. BOLSILLO EMPRESARIAL

Este bolsillo se refiere al patrimonio invertido en negocios propios o en compañías no cotizadas, a menudo mediante capital privado, infraestructuras o deuda privada. Este tipo de inversiones ofrece oportunidades de diversificación y crecimiento a largo plazo fuera del mercado bursátil, aunque requieren asumir cierto grado de iliquidez y mantener una coherencia con el conjunto del patrimonio financiero global.

 

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