BRUSELAS, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La dirección del fondo de rescate permanente para países endeudados es la "única opción viable como premio de consolación" para España en el reparto de cargos económicos que ultima la UE y que podría cerrarse el viernes en el Eurogrupo de Copenhague. Eso significa que España perderá con toda probabilidad su puesto en el directorio del Banco Central Europeo (BCE), según han informado fuentes europeas.
En la actualidad, el fondo de rescate, cuyo refuerzo debe decidirse también en Copenhague, está presidido por el alemán Klaus Regling. Se trata de un cargo de alto funcionario sin poder de decisión ni margen de maniobra político.
La "pieza clave" en el reparto de cargos es la presidencia del Eurogrupo, la reunión mensual de ministros de Economía de la eurozona, que el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, deja vacante a partir de junio. El candidato favorito en estos momentos es el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble.
Aunque él no ha confirmado su interés en el puesto, en Bruselas se interpreta que la canciller alemana, Angela Merkel, quiere que sea nombrado. "Si se confirma, nadie le dirá que no", explican las fuentes.
A cambio de la salida de Juncker, Luxemburgo obtendría para el gobernador de su banco central, Yves Mersch, el puesto en el comité ejecutivo del BCE que quedará libre a finales de mayo cuando acabe el mandato de José Manuel González-Páramo y derrotaría al candidato español, Antonio Sáinz de Vicuña, actual responsable del servicio jurídico de la institución.
España deberá conformarse así con la dirección del fondo de rescate, que quedaría libre si Schäuble pasa a dirigir el Eurogrupo. Oficialmente, el Gobierno de Mariano Rajoy no ha presentado ningún candidato para este cargo.
La otra opción es que Juncker siga al frente del Eurogrupo, lo que dejaría el puesto del BCE "más abierto". Pero posiblemente en este caso se fijaría una fecha de caducidad a su mandato para que el relevo lo asuma, por ejemplo, el primer ministro italiano, Mario Monti, cuando deje el puesto.
Incluso en este caso, las fuentes consultadas dan por perdido el puesto en el comité ejecutivo del BCE para España.
El otro cargo que se negocia, la dirección del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, se da por asignado a Francia, que tiene especial interés en la institución.
Las negociaciones podrían desbloquearse en la cumbre de seguridad nuclear de Seúl, ya que allí se encuentran buena parte de los líderes europeos, entre ellos el presidente Mariano Rajoy, y los nombramientos se formalizarían en el Eurogrupo de Copenhague.
Desde la creación del Banco Central Europeo (BCE) en 1998, existe una tradición no escrita según la cual los grandes países de la eurozona -Alemania, Francia, Italia y España- copan cuatro de los seis asientos del comité ejecutivo. España será el primer país que pierda su puesto en este directorio, debido a la presión de los pequeños países 'triple A', como Finlandia, Países Bajos o Luxemburgo, que cuentan con el apoyo de Berlín.
Estos países reclaman para ellos el puesto porque tanto la presidencia (con el italiano Mario Draghi) como la vicepresidencia (con el portugués Vítor Constâncio) están en manos de países del sur. Alegan también que España se encuentra en una mala situación económica que le inhabilita para conservar el cargo.
