MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los precios de la uva han caído en las principales zonas productoras hasta un 50% a pesar del "significativo" recorte previsto en la cosecha de esta campaña (4,5 millones de hectolitros menos), según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que advirtió de que, en el ecuador de la vendimia, cerca de 40.000 viticultores recogen la uva "a pérdidas".
Por regiones, COAG destacó los descensos en los precios en Rueda (Castilla y León), con una caída del 66% en la variedad verdejo; en Tierra de Barros (Extremadura), con un retroceso del 48% en la tinta tempranillo y la pardina; y en La Mancha, con desplomes del 44% en la blanca airén y del 24% en la tinta cenciblel.
Asimismo, hizo referencia a la evolución de las cotizaciones en Utiel-Requena (Valencia), un 33% menores en la tempranillo y un 22,5% en macabeo, así como en La Rioja, con descensos del 24% en tempranillo; en Montilla-Moriles (Andalucía), con una reducción del 19% en la variedad Pedro Ximénez; y en Jumilla, con un recorte del 13% en su típica monastrell.
"El sector vitivinícola español está viviendo una grave crisis de mercado que está afectando especialmente a los viticultores, muchos no cuentan con ayudas directas compensatorias como en otros sectores y sus ingresos dependen exclusivamente de la venta de la uva", advirtió la organización agraria.
Según precisó, cerca de 40.000 viticultores están recogiendo la uva a pérdidas y, en muchos casos, sin conocer el precio que finalmente percibirán.
Para acabar con este "horizonte de inestabilidad e inseguridad", COAG está trabajando con el Gobierno y las comunidades autónomas para diseñar un contrato tipo homologado para el sector que garantice unos precios por encima de los costes de producción.
El arranque de 44.000 hectáreas propiciado con la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del vino "no ha tenido efectos reales en las cotizaciones de la uva", lamentó la organización, que criticó que la "espiral liberalizadora" de la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer, "ha eliminado los mecanismos de regulación del mercado" que permitían equilibrar oferta y demanda y reducir los excedentes.
Tras apuntar que el contexto global "no invita al optimismo", con descensos en las exportaciones y en el consumo, COAG señaló que esta crítica situación debería "activar todas las alarmas" en ayuntamientos, diputaciones, consejerías y Gobierno.
