MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) consideró que la liberalización del sector vitivinícola, base de la nueva propuesta de la CE sobre la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino, no mejorará la renta de los viticultores profesionales, informó hoy COAG en un comunicado.
De esta forma, COAG rechazó la propuesta de la CE de transferir casi el 25% del presupuesto de la actual OCM a medidas de desarrollo rural en regiones vitivinícolas y a ayudas directas desacopladas, según las últimas informaciones de Bruselas, puesto que "no se garantizan repercusiones en el sector".
Según COAG, la liberalización de plantaciones y las transferencias a desarrollo rural y a pagos desacoplados aumentarían el riesgo de deslocalización de la producción en zonas tradicionales del cultivo hacia otras más rentables.
"No podemos admitir una OCM en la línea del resto de sectores ya reformados que, con el pretexto de una mayor competitividad del sector, nos lleva a una liberalización. Esta situación implicaría el abandono masivo de los viticultores, poniendo así en riesgo el mantenimiento del medio rural ligado a la viticultura", señaló el responsable de vino de la Comisión Ejecutiva de COAG, Alejandro García-Gasco.
Para la organización, este sistema no implica una política de estructuración sectorial y no permite la instauración de medidas positivas de mercado que permitan un mejor posicionamiento y la comercialización de los productos vinícolas.
Por otro lado, COAG valoró el descenso de presupuesto dedicado al arranque, de 1200 millones de euros a 1070 millones, pero consideró que el establecimiento de ayudas decrecientes puede ocasionar un 'efecto llamada' entre los agricultores durante el primer año de reforma.
COAG destacó la propuesta de prohibir el uso del azúcar para el aumento del grado del mosto y el fortalecimiento de medidas de apoyo a la comercialización.
Asimismo, resaltó el mantenimiento de medidas anteriores que resultaron muy positivas, como los planes de reestructuración y reconversión del viñedo, o el establecimiento de la vendimia verde como sistema preventivo de control de las producciones.
"Necesitamos un periodo transitorio para las medidas de mercado que nos permita adaptarnos a la nueva situación", señaló García-Gasco.
