MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de COAG, Miguel López Sierra, reclamó hoy en la Comisión de Agricultura en el Senado las medidas necesarias para evitar la especulación sobre el suelo, el agua, el medio ambiente y unos recursos naturales limitados, ante la presión que el sector de la construcción está ejerciendo sobre el territorio rural y agrícola.
En un comunicado, el secretario de COAG rechazó el desacoplamiento de las ayudas directas (principio rector de la última reforma de la PAC), puesto que deslegitima la política agraria y supone un "campo abonado" para que los especuladores y rentistas perjudiquen la imagen de los agricultores. "Las ayudas directas deben estar ligadas a la actividad agraria realizada en la propia explotación", señaló.
Asimismo, Sierra criticó el recorte de las ayudas agrarias por parte de la Unión Europea y reclamó una asignación racional de las mismas. "No es admisible ni social, ni económicamente que poco más del 20% de los preceptores de ayudas agrarias acaparen más del 75% de los fondos, hecho que ha consagrado la última reforma", aseguró.
El secretatrio general de la organización agraria planteó la necesidad de una nueva PAC que asegure unos precios en origen y destino por encima de los costes de producción, garantizando así la renta de agricultores y ganaderos.
Además, recalcó la necesidad de que esta nueva PAC se base en la defensa de un modelo social de agricultura generador de empleo, con relevo generacional, productor de alimentos de calidad y respetuoso con el medio ambiente.
Sierra insistió en que el sector apuesta por el desarrollo de una agricultura sostenible, que garantice el respeto al medio ambiente, la calidad de los productos y la seguridad alimentaria. "La legitimidad social de la actividad agraria se basa en la producción de alimentos de calidad, respetando el medio ambiente y el cuidado de los animales y generando empleo, economía y vida en el medio rural", aseguró.
Finalmente, el secretario de COAG exigió políticas agrarias de Estado enfocadas al modelo social de agricultura y que compensen la situación "crítica" que ha creado la última reforma de la PAC, asegurando así un futuro para los agricultores y ganaderos y una gestión racional del territorio, sin perder un más agricultores y agriculturas.
