BRUSELAS, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno trata de cerrar junto al resto de países de la UE un texto de compromiso sobre la reforma del vino que sea aceptable e incluya todas sus "líneas rojas" y que será debatido el lunes que viene por los ministros europeos de Agricultura en lo que sea la negociación definitiva, para dar lugar a un acuerdo político la próxima semana.
El director general de Agricultura, Josep Puxeu, se reunió esta tarde en Bruselas con el director general de Agricultura de la Comisión Europea, Jean-Luc Demarty, en el marco de los contactos del Ministerio con el Ejecutivo comunitario y resto de Estados miembros para configurar un texto de compromiso al que pueda dar el visto bueno la semana que viene la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, en el Consejo de Agricultura y Pesca que tendrá lugar del 17 al 19 de diciembre.
Aunque admitió que el actual es un "momento de extrema complicación" de la negociación, manifestó un sentimiento de "moderado optimismo" sobre la acogida que de momento han tenido las propuestas españolas.
Según dijo, la primera de las "líneas rojas" es que se mantengan los fondos para el sector de vino y que, aunque de algún modo puedan vincularse al desarrollo rural, no se transfieran totalmente a esta rúbrica. "Los fondos deben poder utilizarse en el sector del vino", dijo en alusión a los alrededor 400 millones de euros que España espera recibir, en línea con su asignación de años anteriores.
Por lo que respecta al uso que cada país podrá dar a su presupuesto nacional, advirtió del riesgo de que en el menú de acciones a financiar en cada país no existan medidas adecuadas para España y que no se puedan emplear esos fondos.
Lo que pide el Gobierno son nuevas medidas, particularmente un sistema similar al que se acordó en junio para las frutas transformadas que consiste en un periodo transitorio "más corto que largo" en el que la producción estará ligada a la producción de alcohol de uso de boca para terminar otorgando una ayuda a la hectárea. Así se mantendrían de forma transitoria las ayudas a la destilación para la producción de alcohol de uso de boca.
En cuanto a los derechos de plantación, España apuesta por que éstos no se liberalicen para el vino con denominación de origen (DO) y que sean éstas las que puedan controlar la producción y gestionar las nuevas plantaciones.
Para el resto de vinos, Puxeu afirmó que ya se barajan fechas "que van más allá" del año 2013 que figura en la propuesta de la Comisión Europea y que, en todo caso, España reclama que no se decida la liberalización de las plantaciones antes de que haya un estudio sobre "estructura de la oferta y la demanda".
"En tanto en cuanto se vayan recogiendo todos estos aspectos estaremos más satisfechos y más próximos a dar un apoyo" al acuerdo, dijo y admitió que si no se contemplan "estaríamos en una posición mucho más dura para llegar a un acuerdo que sea positivo".
