Apunta que la demanda exterior será "crucial" ante la moderación del gasto interno
MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, afirmó hoy que no es "probable" que el consumo privado y la inversión en vivienda sufran "bruscas desviaciones de su senda gradual de desaceleración" frente al actual panorama de turbulencias financieras, especialmente, a la luz del "robusto ritmo de creación de empleo y de aumento de la población".
Con todo, el gobernador del Banco de España aseguró que "la demanda exterior neta desempeñará un papel crucial para que la moderación del gasto no conduzca a una desaceleración excesiva de la actividad".
Así lo afirmó durante su comparecencia en la Comisión de Economía y Hacienda del Senado para analizar la evolución de la economía española durante el próximo semestre, dónde no obstante apuntó que es pronto para evaluar con precisión las implicaciones para la economía española del período de inestabilidad financiera actual, aunque confió en la fortaleza de la economía y del sistema financiero para hacerle frente.
Concretamente, Ordóñez apuntó que "el cambio de ciclo inmobiliario moderará la inversión en construcción", si bien la obra civil y la edificación no residencial, cuya evolución, dijo, responde a factores distintos a la residencial, podrían mantener cierta pujanza, lo que "aliviaría el impacto negativo de la vivienda sobre el crecimiento".
Asimismo, apuntó que "es previsible que la inversión empresarial siga siendo el elemento más dinámico de la demanda interna", aunque "es difícil que mantenga los ritmos tan elevados de crecimiento que ahora muestra, por lo que difícilmente podrá contrarrestar la ralentización del gasto familiar".
EL CRECIMIENTO SE MODERA Y SE EQUILIBRA.
Por otro lado, el gobernador del Banco de España aseguró que, en un contexto de "cierta moderación del crecimiento", a la vista de los indicadores disponibles correspondientes al tercer trimestre del año, se está produciendo un reequilibrio del crecimiento de la economía, con una menor aportación de la demanda interna y una mejora de la contribución del sector exterior.
Incluso, advirtió, dentro de la ligera moderación de la demanda nacional se perciben algunas "señales positivas", puesto que la inversión empresarial se ha mantenido "muy pujante".
Asimismo, el gobernador del Banco de España destacó dos factores que han imprimido en los últimos meses un "renovado dinamismo" a la economía. Por un lado, citó la inversión productiva de las empresas --pese al endurecimiento de las condiciones financieras--, por la recuperación de la zona euro, y, por otro, la mejora de la aportación de la demanda exterior neta al crecimiento.
Con todo, Ordóñez advirtió de un "cierto repunte" del IPC en los próximos meses, ya que los precios de la energía dejarán de tener los efectos positivos que han llevado, en parte, a que la inflación se redujese hasta el 2,2% en julio y agosto.
ESCASOS RIESGOS ANTE LA INESTABILIDAD FINANCIERA.
Por otro lado, Ordóñez apuntó que el dinamismo de la economía y la fortaleza de las entidades financieras proporcionan cierta seguridad sobre la capacidad de la economía para afrontar las turbulencias financieras. Con todo, sostuvo que "no sería prudente decir que todo irá bien", ya que, "algo ha pasado", aunque aún no se puedan valorar sus consecuencias.
No obstante, apuntó que los efectos de las turbulencias financieras sobre la economía de EE.UU. y sus repercusiones sobre el tipo de cambio son, probablemente, el "canal fundamental" por el que la inestabilidad financiera podría afectar al crecimiento de la economía española.
"El hecho de que estos factores quedan fuera de nuestra área de influencia no hacen sino subrayar la importancia de mejorar los mecanismos que permitan a las empresas españolas incrementar su capacidad para competir en los mercados internacionales", añadió.
BAJOS RATIOS DE MOROSIDAD EN ESPAÑA.
Por otro lado, Ordóñez reseñó que la calidad crediticia de las hipotecas españolas es elevada, sin que exista un segmento de alto riesgo en los mercados hipotecarios similar al norteamericano. Además, dijo, las ratios de morosidad "son reducidos".
Asimismo, apuntó que la exposición a las hipotecas de alto riesgo en los balances de las entidades españolas, tanto directa como indirecta, es "completamente marginal".
Una vez más Ordóñez especificó que todas estas cuestiones no quieren decir que "la economía española y sus sistema financiero puedan sentirse a salvo", ya que "si este episodio se prolongara excesivamente podría acabar afectando a la confianza de los inversores y a la negociación de los mercados financieros".
Más aún, señaló, si esto llegara a ocurrir "el hecho de que la economía española necesite financiarse en los mercados internacionales podría llegar a actuar como obstáculo para el mantenimiento de los elevados ritmos de crecimiento de los últimos años".
