Economía/Consumo.-CE no ve necesaria una legislación europea sobre coexistencia de cultivos tradicionales y transgénicos

Actualizado: viernes, 10 marzo 2006 15:42

Un informe constata que en España no se requiere separar los dos tipos de plantaciones


BRUSELAS, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea descartó hoy que de momento sea necesario que la Unión Europea (UE) se dote de una legislación comunitaria para garantizar la seguridad en la coexistencia de cultivos tradicionales y transgénicos, debido a que de momento este cultivo es "limitado" y a que es preciso ver los resultados de las medidas que están adoptando los Estados Miembros de manera individual.

Ésta es la principal conclusión del informe que presentó hoy la Comisión sobre medidas de coexistencia entre semillas modificadas genéticamente y la producción convencional y orgánica y que toma a España como ejemplo del país donde más maíz transgénico se cultiva y el único Estado miembro donde rige una única regulación para todo el territorio.

El origen del informe se encuentra en la recomendación que hizo Bruselas a los Estados miembros en 2003 para que desarrollaran estrategias nacionales para asegurar la coexistencia de estos dos tipos de cultivo y en el que se compromete en presentar otro en 2008 para informar sobre los progresos en los Estados miembros.

La Comisión justifica esta necesidad aludiendo a los perjuicios "económicos" que puede tener para el agricultor una mezcla de cultivos tradicionales y transgénicos, debido a que tienen precios de mercado distintos. No obstante, el informe aclara que se trata solo de factores económicos, puesto que los de tipo sanitario y medioambiental "ya están cubiertos" por la legislación comunitaria.

En la UE actualmente sólo se permite el cultivo de dos productos transgénicos, las dos variantes de maíz Bt176 y MON810. En este aspecto, el informe asegura que "el cultivo de OGM en la UE continúa siendo muy limitado", como lo demuestra que España cultivó en 2004 58.000 hectáreas de maíz Bt, el 12% de su superficie de cultivo de maíz total, mientras que en otros países "se limitó a algunos centenares de hectáreas".

De momento, el informe reseña que sólo cinco países de la UE --Italia, Austria, Alemania, Dinamarca y Portugal-- han puesto en marcha una legislación nacional para regular la coexistencia, que todavía tendrá que dar resultados que sean analizable. República Checa, Hungría y Luxemburgo han notificado los borradores. El resto de países, entre ellos España, se sitúan en un "estado avanzado" en la elaboración de los mismos.

En lugar de recomendar una regulación comunitaria, el informe propone medidas parciales, como mejorar el acceso a la información por parte de los Estados miembros y "apoyar sus actividades de investigación", "revisar y analizar la última información científica disponible", "trabajar junto a los Estados miembros y otros socios en el desarrollo de mejores prácticas" para la segregación.

REGLAS OBLIGATORIAS

Bruselas recuerda que la introducción de semillas transgénicas no siempre ha sido seguida de reglas obligatorias de coexistencia, pero subraya que "en el caso español, no ha parecido necesario, debido a que el mercado no requiere la segregación de maíz genético y no genético utilizado para alimentación".

El informe subraya otra especificidad que se da en España, que aplica "las mismas reglas a todo su territorio, a pesar de que Bruselas estima que una distinta regulación no a en contra de las reglas del mercado interior.

A FAVOR DE LOS OGM

En vista de las estrategias ya presentadas y los borradores, el informe constata que existen elementos comunes, como que todos están destinados a "permitir que distintos tipos de producción -convencional, orgánica y transgénica- coexistan en cada región", pero sin prohibir estos últimos.

A este respecto, la Comisión recordó que las medidas nacionales para garantizar la segregación tienen que "cumplir plenamente" la legislación comunitaria "que descarta una prohibición general de OGM en una región, así como medidas demasiados restrictivas que vayan más allá de asegurar el objetivo de asegurar la coexistencia y que harían prácticamente imposible el cultivo de semillas OGM".