Los ganaderos advierten del cierre del 30% de las explotaciones y auguran un aumento del precio de la carne en 2008
MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los fabricantes de piensos registrarán pérdidas de 400 millones de euros este año por el incremento de las materias primas de hasta un 60%, lo que ocasionará además una "reestructuración descontrolada" del sector, que podría afectar al 15% de los operadores, según señaló hoy el presidente de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), Enrique Ulloa.
A la situación de este sector se suma la de los productores de carne que advierten del cierre del 30% de las explotaciones y auguran un aumento del precio de este producto en 2008 como consecuencia del aumento de sus costes de producción y el desequilibrio entre la oferta y la demanda.
"Los fabricantes de piensos y los ganaderos somos los verdaderos sufridores junto a los consumidores", subrayó Ulloa, quien agregó que "ni el sector de los piensos ni los ganaderos pueden más, por lo que tendremos que repercutir los costes en los precios".
El responsable de Cesfac achacó la subida de las materias primas al desajuste entre oferta y demanda, al incremento de consumo en países emergentes como China e India y a la aparición de la industria de los biocombustibles como nuevo operador en el mercado.
Según los datos de Cesfac, el precio de los cereales en España ha aumentado "espectacularmente" en un año, hasta un 75% el trigo blando de importación, un 51% el maíz y un 73% la cebada. El incremento ponderado de estas subidas se ha traducido en un aumento de los costes de producción del sector de aproximadamente un 45%.
A pesar de ello, Ulloa reconoció que el precio de los cereales se ha estabilizado desde mediados de octubre, si bien consideró difícil que los precios bajen y "si lo hacen serán descensos muy pequeños".
Asimismo, el presidente de Cesfac reclamó a la distribución que sea "sensible" para no acabar con los productores nacionales y como consecuencia se incremente la oferta de carne internacional .
En este sentido, los ganaderos auguraron una menor oferta de carne en el primer y segundo trimestre del año, lo que se traducirá en que el consumidor pagará más caro este producto o en las importaciones masivas de producción de terceros países a precio más barato.
En concreto, los productores de conejo y porcino prevén el cierre del 30% de las explotaciones, mientras que los de vacuno denuncian que hasta la fecha ya han cerrado el 28% de los cebaderos españoles.
"El resultado de esta crisis no lo sabemos, dependerá de la adopción de medidas que hasta ahora han sido tibias", señaló el gerente de la Asociación de Española de Productores de Ganado Vacuno de Carne (Asoprovac), Javier López, quien estimó pérdidas de entre 150 y 200 euros por animal sacrificado.
"El productor de vacuno de carne reduce su producción y aguanta si tiene capacidad financiera o abandona", indicó López.
Por su parte, el director de la Organización Interprofesional Cunícula (Intercun), Gregorio Rodríguez, aseguró que el sector se enfrenta a la mayor crisis de la historia y agregó que "nunca se había producido una situación tan grave y prolongada en el tiempo", con pérdidas de hasta 36.000 euros por productor al año.
Por ello, Rodríguez aseguró que el sector cunícula apoyará la manifestación convocada por Asaja, Coag y UPA para el próximo 29 de noviembre, a la que se sumará además los productores de carne de Asoprovac.
PETICIONES Y SOLUCIONES.
Para hacer frente a la situación, los fabricantes de piensos y las asociaciones profesionales ganaderas reclamaron al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que defienda los intereses de los dos sectores en la Unión Europea.
En concreto, solicitaron la congelación de medidas de desacoplamiento de la Política Agrícola Común (PAC) en la revisión que Bruselas hará en las próximas semanas y reclamaron además que la eliminación del barbecho sea definitiva y que se supriman temporalmente los aranceles fijados a la importación de cereales.
Igualmente, consideraron necesario que la UE modifique su política de 'stock' de cereales, ya que, en su opinión, ante un movimiento especulativo el sector se encuentra desprotegido porque "no puede sacar al mercado más cereales para rebajar el efecto de los especuladores".
